Según el Financial Time, la vacuna contra el Coronavirus que está desarrollando la Universidad de Oxford en colaboración con la farmacéutica AstraZeneca proporciona una gran respuesta inmune en los adultos mayores, un grupo de alto riesgo, de acuerdo con unos resultados parciales que aún no han sido publicados, pero que se han sido confirmados por la compañía. El diario comentó que se espera que los detalles de los últimos descubrimientos sean publicados pronto en una revista médica.

Los ensayos clínicos de la vacuna están en la fase 3, por lo que los investigadores buscan verificar la eficacia de la vacuna y confirmar su seguridad.

Es en esta fase, cuando realmente se puede decir si la vacuna puede prevenir la infección y es segura para la población.

Dado que la población de adultos mayores tienen un sistema inmunológico más débil, son más susceptibles a desarrollar complicaciones. Jonathan Ball, profesor de virología de la Universidad de Nottingham, comentó al diario que los datos son muy prometedores, ya que la vacuna genera una buena inmunidad en las persones mayores de 55 años. La inmunidad es suficiente para que los ancianos no desarrollen complicaciones y puedan prevenir la enfermedad.

La farmacéutica está entusiasmada, pues la vacuna contra el virus da respuestas inmunes similares a las pruebas anteriores donde se usaron personas de menor edad, entre 18 y 50 años y en ambos escenarios se generaron células T, que son parte del sistema inmunitario y se forman a partir de células madre en la médula ósea.

La Unión Europea firmó un contrato con la farmacéutica AstraZeneca que le garantiza acceso a 300 millones de dosis, por lo que el Ministro de Sanidad español prevé que al país llegarán en diciembre las primeras dosis de la vacuna. Serán aplicadas al personal sanitario y a los adultos mayores. En América Latina, los Gobiernos de México y Argentina llegaron a un acuerdo para la fabricación y distribución de la vacuna tanto en sus países como el resto de la región, a excepción de Brasil.

Población vulnerable

Desde inicios de la pandemia se ha demostrado que los ancianos son un grupo de riesgo, pues la combinación entre su sistema inmunológico debilitado y el ser más propensos a sufrir Enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes u obesidad los pone en peligro de sufrir complicaciones.

En el país se calcula que han muerto 21.218 adultos mayores que vivían en residencias para ancianos, lo que representa un 61 % de total de fallecidos, que han sido notificados de manera oficial por el Ministerio de Sanidad.

Diferentes fases de la vacuna

Antes de iniciar las fases, se hacen ensayos preclínicos en animales. En la fase 1, después de completar estos ensayos, se hacen pruebas testeadas en una cantidad reducida de voluntarios. En la fase 2 se toma a un mayor número de voluntarios (cientos de personas) divididos por edad y sexo.

En la siguiente fase 3, el número pasa a ser de miles de personas, además, se emplean placebos, sustancias no tienen ningún tipo de actividad farmacológica, pero que se usa para hacer creer al paciente que la ingiere que es un medicamento. Tras todo esto, las autoridades evalúan los resultados para aprobar la vacuna y empezar su distribución.