Hasta hace unas semanas uno de los misterios en algunos fallecimientos por Coronavirus se centraban en que si eran consecuencia de este virus en las vías respiratorias o por los efectos de otras Enfermedades o incidencias en el organismo. Este dilema parece que ha quedado resuelto tras un estudio realizado por un grupo de expertos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, tras analizar los datos de las personas que fallecieron entre julio y agosto por la COVID-19.

Para la puesta en marcha de la investigación, los científicos del Centro de Medicina Basada en la Evidencia de Oxford usaron los datos disponibles de la agencia de sanidad pública de Gran Bretaña con el fin de alcanza el número de casos en que el coronavirus no fue realmente el motivo del fallecimiento subyacente.

Cifras inexactas en las muertes por coronavirus

Los resultados de esta investigación han sido muy impactantes debido a que se pone de manifiesto en los mismos que en torno al 30% de los fallecimientos por este virus en las vías respiratorias se debió a otras causas o enfermedades.

Hasta el punto de que han llegado a detectar que el número existente de decesos en las estadísticas oficiales del país no son reales. Sino que por el contrario muestran una inexactitud en las mismas como consecuencia de este cambio en los motivos de los óbitos de los pacientes.

La clave está en la figura de la "muerte subyacente"

Una de las claves para entender este estudio es comprender en qué consiste la "muerte subyacente".

En este sentido, hay que aclarar que si una persona contagiada con el coronavirus fallece de una insuficiencia pulmonar, el motivo del fallecimiento subyacente es precisamente esta última incidencia en el organismo y no por el coronavirus. Hasta el punto de que esta divergencia puede llevar a que se tenga una realidad diferente sobre las personas que han perdido la vida desde la expansión de la pandemia de este virus.

Casi un 30% fallecieron por otras causas

Los resultados de esta investigación llevada a cabo por los expertos de la Universidad de Oxford no dejan margen de duda sobre los mismos. Debido a que el 28,8 % de los casos registrados por defunción por coronavirus en el periodo analizado se debieron a otras causas que no son las de la COVID 19, sino que se debieron a otras, como por ejemplo, neumonía, procesos respiratorios graves o enferemedades semejantes.

En este sentido, las pautas que viene aplicando la Organización Mundial de la Salud (OMS) son muy claras, poniendo de manifiesto que "las personas con coronavirus pueden llegar a morir por otras incidencias o enfermedades en el organismo, y por tanto estos decesos no son como consecuencia de este virus y en cuyo caso no deben ser certificados bajo esta afección”.