La lluvia de estrellas fugaces de las Perseidas es uno de los festivales de meteoritos más grandes y brillantes del calendario astronómico del hemisferio norte, y se prevé que se la podrá ver en su mayor esplendor entre el 11 y 13 de agosto.

Durante su apogeo, la lluvia de estrellas Perseidas ofrecerá el majestuoso espectáculo celeste de hasta 100 meteoritos por hora. Pero desde las noches previas, los observadores del cielo ya tendrán la gran oportunidad de ver las estrellas fugaces entrecruzadas en el cielo nocturno.

El calendario astronómico ofrece cada año el evento majestuoso de estrellas fugaces

La lluvia de meteoros de las Perseidas, uno de los puntos más altos del calendario celestial, ocurre cada año cuando la Tierra se abre paso entre los escombros polvorientos, que dejó el camino del cometa Swift-Tuttle. El cometa mide alrededor de 26 kilómetros de ancho y pasó por última vez cerca de la Tierra en 1992. No volverá a acercarse hasta 2126. Aunque el lapso de tiempo entre visita y visita es de muchos años, el rastro de escombros cósmicos que deja en su camino es lo que provoca la lluvia de meteoros Perseidas cada otoño, justamente cuando la Tierra atraviesa esa zona polvorienta. A medida que las partículas, que varían en tamaño desde un grano de arena hasta un guisante, golpean la atmósfera de la Tierra a una velocidad de 60 kilómetros por segundo, se queman en su travesía y dejan marcado su paso en la bóveda celeste.

Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo es el paso de la Tierra sobre el recorrido del cometa Swift-Tuttle

La lluvia de meteoritos recibe el nombre de Perseidas del hecho de que las estrellas fugaces parecen emerger, desde la constelación conocida como Perseo. Y también se la conoce como “Lágrimas de San Lorenzo”, porque es el día de ese santo en las Efemérides de los países de tradición católica.

Si bien existen antecedentes de avistajes del fenómeno desde el año 36 DC, es recién desde 1835 que el astrónomo belga Adolphe Quetelet detecta que se manifiesta de forma cíclica cada mes de agosto.

No se necesitan instrumentos: noche oscura, buen tiempo y una cómoda silla para asegurar un placentero avistaje

El mejor momento para avistar las estrellas fugaces es cuando el cielo está más oscuro, entre la 1 de la mañana y hasta antes del amanecer.

Y al igual que con cualquier tipo de espectáculo astronómico, es recomendable alejarse lo más posible de la iluminación parásita que impide ver con claridad la profundidad del cielo y de zonas muy edificadas, es decir, de las ciudades. Y se recomienda tomar unos veinte minutos para habituar los ojos a la oscuridad. Además, claro está, contar con buen tiempo y cielo despejado.

La ventaja de estas Perseidas 2020 es que la luna se encontrará en cuarto menguante y su brillo no apagará a las estrellas fugaces.

A diferencia de muchos eventos celestes, las lluvias de meteoritos son fáciles de ver y no se necesita equipo especial. Tan sólo una silla reclinable o reposera hacen que la visualización sea más placentera.