Una de las certezas que tiene en estos momentos la comunidad científica es la similitud de síntomas entre el Coronavirus y el catarro. En un momento que en que esta última incidencia va a aparecer a manifestarse como consecuencia de la llegada de los meses de otoño es muy importante diferenciar estas dos Enfermedades en el aparato respiratorio. Sobre este aspecto un grupo de investigadores especializados en el olfato ha conseguido descubrir uno de los factores que puede diferenciar estos estados corporales a partir de estos momentos. Según sus investigaciones la pérdida de olfato es la incidencia para que pueda diagnosticarse una u otra enfermedad.

En el sentido de que si bien aparece tanto en la Covid-19 como en el catarro común, no lo hace con la misma intensidad.

Los pacientes de coronavirus pueden respirar bien

Los estudios realizados por los investigadores ponen de manifiesto que durante los procesos generados por el contagio del coronavirus, los pacientes sufren pérdida de olfato en buena parte de los casos. Sin embargo pueden respirar sin ningún problema al igual que no tengan las fosas nasales tapadas, ni tan siquiera se produzcan goteos por la nariz. Con una característica muy relevante en esta infección presuntamente procedente de Wuham y es que no se puede distinguir los sabores amargos de los dulces. Hasta el punto de que los investigadores opinan que el coronavirus al final infecta otros órganos, como el cerebro o el sistema nervioso.

Este hallazgo constata que puede diferenciarse en la atención primaria a los pacientes que llegan con unos síntomas que no permiten diferenciar el coronavirus del catarro común. A pesar de que “la pérdida del olfato y el gusto sigue siendo uno de los síntomas más relevantes de la Covid-19”, tal y como afirma el profesor Carl Philpott, uno de los artífices de esta investigación.

Se trata de un estudio en el que han participado voluntarios de todos los grupos: pacientes con coronavirus, con catarros fuertes y también personas sanas. Para que de esta manera, se pueda realizar un diagnóstico rápido en unos momentos muy próximos a que se produzcan ambas enfermedades de forma conjunta.

En otoño convivirán el coronavirus y el resfriado común

Otro de los factores más relevantes de esta investigación es que el grupo de expertos llegaron a la conclusión de que la pérdida de olor era mucho más intensa en los contagiados por el coronavirus que en las restantes afecciones respiratorias. Precisamente, en unos momentos en que los afectados puedan tener muchas dudas sobre la incidencia orgánica que tienen y que puede crear problemas de ansiedad, tal y como han constatado algunos médicos de atención primaria. Ante el temor que al final pueda ser el coronavirus y no un catarro común.