Este año, y de forma excepcional, la vacunación contra la gripe normal podría adelantarse a las primeras semanas de septiembre, como parte de una estrategia nacional para contener un posible rebrote del Coronavirus en otoño. En este sentido, hay que recordar que tradicionalmente la vacuna contra la gripe común se pone en marcha en los primeros días de octubre, con la llegada de los primeros fríos del año.

Pero en esta ocasión, las autoridades sanitarias españolas temen que esta coincidencia pueda perjudicar una mejor gestión en los casos de las personas contagiadas por la COVID 19.

El coronavirus puede confundirse con la gripe común

Diferenciar estas dos Enfermedades en las vías respiratorias va a ser muy complejo en este año, y puede propiciar que las urgencias de los hospitales españoles lleguen a su límite de entradas en esta parte del ejercicio.

De esta manera lo ha manifestado el responsable de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, al poner de manifiesto que en este período “diferenciar el coronavirus de la gripe será complicado”; debido a que son los días en que ambas incidencias orgánicas pueden tener una mayor penetración entre la población de España.

Ante una nueva oleada del COVID 19

La vacuna de la gripe común no es la misma todos los años, sino que por el contrario varía en cada período, por los cambios que se generan en la cepa del virus.

Algo que está por comprobar, si también se puede producir con una segunda oleada en el coronavirus.

En cualquier caso, esta variación en la posología de las vacunas contra la gripe podría tener como efecto positivo el hecho de que se pudiese reducir los estados orgánicos, que fueran compatibles con el virus procedente de la República Popular de China.

Este cambio de estrategia está motivado por el temor de que se pudiesen originar saturaciones en los hospitales de España, ya que los síntomas de estas dos enfermedades son muy parecidos entre sí. En donde predominan los cuadros de fiebre, tos seca y algunos episodios de escalofríos en el cuerpo.

No tienen el mismo tratamiento

Otra de las ventajas que apuntan las autoridades sanitarias sobre el adelanto de esta vacunación es que ayudaría a la población “a reducir las complicaciones” y no tanto a problemas en su transmisión.

Por otra parte, no puede olvidarse que en este otoño uno de los objetivos para frenar la pandemia se basará en diferenciarlas ya que “no tienen el mismo tratamiento”, tal y como apunta Fernando Simón.

Debido a que las personas con un cuadro gripal no se aislarían, a diferencia de los contagiados con el coronavirus que “sí que pasarían por este proceso sanitario”. Ya que como admite el responsable sanitario, uno de los problemas que acarrea esta posibilidad es que al final “haya más dificultades para diferenciarlos y también para su correcto tratamiento”.