En su lucha contra el Coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha demandado un mayor esfuerzo para que se produzca un incremento en la producción mundial de dexametasona. Este importante producto farmacéutico destaca por ser uno de los glucocorticoides sintéticos más eficaces contra los efectos del COVID 19 y con unas propiedades que se asemejan mucho al de las hormonas esteroides.

Este tratamiento centra su actuación terapéutica en los efectos antiinflamatorios e inmunosupresores en el organismo. No en vano, durante los últimos años se ha utilizado con relativa frecuencia para el tratamiento de algunas Enfermedades, como por ejemplo artritis, alergias graves y el asma, entre algunas de las más relevantes.

La dexametasona salva vidas en pacientes con coronavirus

Tal es la importancia de la dexametasona en contra del contagio del coronavirus que el propio director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el africano Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha tenido que declarar que el uso de esta sustancia “es un gran avance científico que salva vidas”.

Una vez que los últimos ensayos clínicos en el Reino Unido hayan puesto de manifiesto que su beneficio no ofrece dudas a la comunidad científica internacional. Al poner de manifiesto, que su uso puede llegar a salvar las vidas de los pacientes gravemente enfermos por el coronavirus.

El medicamento para enfermos graves o en estado crítico

En el comunicado que ha emitido la Organización Mundial de la Salud se constata que este producto está especialmente indicado para pacientes con mayor gravedad en sus síntomas o en estado crítico.

Pero en cualquier caso, bajo una estricta supervisión clínica para que su tratamiento sea totalmente eficaz.

Por otra parte, la OMS considera que “afortunadamente, este es un medicamento económico y hay muchos fabricantes de dexametasona en todo el mundo, de quienes confiamos que pueden acelerar la producción”. En este sentido, se recalca que el próximo desafío que debe acometer la comunidad científica internacional es aumentar la producción y distribuir dexametasona de manera rápida y equitativa en todo el mundo.

Aunque, “centrándose sobre todo en dónde más se necesita”.

Sin evidencias de eficacia en los enfermos leves

Por el contrario, no apuntan a su validez en los casos menos severos ya que “no hay evidencia de que este medicamento funcione para pacientes con enfermedad leve o como medida preventiva, y podría causar daño”. En cualquier caso, hasta estos momentos hay casi 50 países que han realizado solicitudes de suministros, por un valor en torno a 92 millones de dólares.

Hay que incidir que la dexametasona es un medicamento muy habitual en los últimos años en las expediciones de alta montaña y alpinismo para combatir los edemas agudos pulmonares y cerebrales. Con una alta resolución positiva en sus tratamientos en esta clase de escenarios en el sector deportivo.