Los científicos han demostrado que el Polo Norte magnético no está en el lugar donde se pensaba: se ha movido una distancia de 2.300 kilómetros. Esto ha sido motivo de investigaciones científicas, que se han preocupado por conocer el motivo de estas alteraciones magnéticas y conocer más sobre fenómeno.

El mismo estudio ha revelado que hace unos cuatro millones de años, en el Polo Norte no había hielo

El estudio ha provocado que los científicos de la NOAA (siglas del National Oceanic and Atmospheric Administration) hayan actualizado la localización del Polo Norte magnético, esta misma semana, una operación que ha tenido que adelantarse un año a causa de que cada vez el Polo Norte magnético se mueve más rápido, según ha publicado el periódico ABC.

Hay que recordar que los polos del campo magnético no están localizados exactamente en el mismo lugar que los polos geográficos. Los magnéticos, por ejemplo, se mueven una distancia de unos 55 kilómetros año tras año. Aunque no es una distancia muy grande, puede ser importante para los sistemas de navegación de barcos y aviones, sobre todo, en los casos en que pasen a una distancia próxima al Polo Norte.

Hasta ahora, se situaba el Polo Norte a unos 1.600 kilómetros del polo norte geográfico, en la zona de Canadá. Pero, después de este estudio, el Polo Norte magnético estaría localizado a unos 2.300 kilómetros, ya en la zona de Siberia. Esto puede provocar problemas en las mediciones o en las brújulas.

Normalmente, la medición del Polo Norte magnético se realiza cada cinco años y la última vez que se había realizado fue el pasado año 2015. Pero a causa de la rapidez con la que se está moviendo, los científicos se han visto obligados a hacer dicha medición antes de que pasasen esos cinco años.

Antes el Polo magnético se revisaba cada cinco años

La explicación de estos cambios es la siguiente: en el interior de la Tierra tienen lugar numerosas turbulencias, para ser más concretos en la zona del núcleo, que está compuesto de hierro y níquel. La temperatura en el núcleo inferior es el doble que en el superior (pasaríamos de 3.500 ºC a unos 6.000 ºC), por lo que tienen lugar corrientes ascendentes y descendentes de metal líquido que se ocupa de transportar el calor del interior del núcleo de la Tierra hasta la zona del manto.

Estas corrientes eléctricas influyen en el campo magnético de la Tierra. Como hoy por hoy no se conoce ni el ritmo ni la dirección del movimiento de dichos polos magnéticos, no se puede realizar una predicción de sus movimientos, por lo que hay que revisarlos cada cinco años.