Esta semana ha sido muy complicada para el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, por sus últimas decisiones que no son del agrado de muchos de los votantes del Partido Socialista (y de sus detractores).

La noticia de que Pedro Sánchez preferiría la figura de un "relator" para hacer frente al problema catalán prendió los focos rojos. Para muchos la figura del "relator" sería muy similar al de un "mediador" y demostraría que el equipo de Pedro Sánchez no puede hacer frente al problema independentista por ellos solos.

Los independentistas catalanes tampoco están conformes

Por otro lado, los partidos independentistas catalanes ya han confirmado que harán todo lo posible para que los Presupuestos Generales del Estado no salgan adelante. Los susodichos presupuestos favorecían, y mucho, a Cataluña. Pero, para los independentistas no ha sido suficiente. Quieren que sus compañeros encarcelados, según ellos, de manera injusta, salgan a la calle y se acabe con un régimen, según ellos, represivo y dictatorial.

Tampoco ha ayudado que Pedro Sánchez haya reconocido a Guaidó como presidente interino de Venezuela. Para muchos seguidores del presidente esta ha sido una bajada de pantalones ante Trump y ha demostrado la falta de valentía.

Muchos expertos en política internacional le han recordado que sigue los pasos de Aznar en el conflicto de Irak, que llevó a una guerra internacional con miles de muertos con la excusa de que en el país había armas de destrucción masiva. Algo que, años después, se demostró que era mentira.

Sánchez recibe duras críticas por "romper España"

Las ONGs y grupos pro derechos humanos se han enfadado con el Presidente y su Ejecutivo por no permitir zarpar a los barcos que ayudan a los migrantes en aguas del Mediterráneo (el OpenArms es el caso más conocido) después de "venderse" como un hombre abierto a ayudar a los demás.

Hoy en día, no hay ningún barco recogiendo a migrantes en las aguas del Mar Mediterráneo. Pero sí recogiendo cadáveres de hombres, mujeres y niños que han intentado huir de conflictos armados.

Pero, sin duda, el problema independentista y las duras acusaciones de que Sánchez quiere romper España ha sido la excusa perfecta para ver, al fin, al tripartito de derechas: Vox, Partido Popular y Ciudadanos se han unido, de manera pública, para organizar este domingo una manifestación contra Sánchez y su idea de romper la unidad de España.