Se ha encontrado evidencia de que el glifosato, el componente principal de herbicidas Monsanto, causa una muerte masiva de las abejas y otros polinizadores. Sus conclusiones fueron presentadas en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

El herbicida RoundUp está en el ojo del huracán

La compañía de Monsanto, uno de los mayores productores de plaguicidas en el mundo, tiene entre sus marcas el herbicida RoundUp. Este producto se ha convertido en objeto de críticas por la comunidad científica debido a que contiene glifosato, que se cree que provoca Cáncer.

Hace un año, los biólogos descubrieron que este compuesto se está acumulando gradualmente en el cuerpo y pidieron que prohíban su producción en todo el mundo.

El glifosato durante mucho tiempo se ha considerado seguro para los seres humanos porque afecta solo a las plantas y los microbios, pero no a los animales y humanos. Sin embargo, un detalle muy importante no se tomó en cuenta, y es que los intestinos del hombre y de muchos seres vivos contienen una gran cantidad de microbios que son necesarios para la digestión.

En base a este detalle se realizaron estudios para averiguar cómo afecta el herbicida a los microbios en el intestino de la abeja. Para hacer este estudio los científicos analizaron lo que ocurre si en una colmena se propagan epidemias o patógenos peligrosos para las abejas.

El efecto del glifosato fue palpable, ya que las abejas que estuvieron en contacto con el herbicida OMG no lograron hacer frente los patógenos. Los científicos creen que esta propiedad del glifosato puede ser una de las razones principales por las que las poblaciones de abejas comenzaron a disminuir rápidamente en Estados Unidos.

Las abejas expuestas al herbicida no sobreviven a agentes patógenos

Según el estudio, la mitad de las abejas que no se expusieron al herbicida seguían con vida ocho días después de la exposición al patógeno, mientras que solo el 10 por ciento de las abejas que se habían expuesto al herbicida permanecieron vivas.

La conclusión es que las abejas dependen de su flora bacteriana al igual que los seres humanos para procesar alimentos y defenderse contra patógenos.

Este herbicida destruye los microbios del intestino de las abejas dejándolas expuestas a patógenos que pueden invadir sus colmenas. Desde hace décadas se sabe que, si las abejas desaparecen, la raza humana estaría en peligro de sobrevivir, ya que la polinización hasta ahora es un proceso que da continuidad a la vida.