El astro rey ha sido crucial para la vida en el planeta, es por ello que ha sido objeto de los intereses científicos con mayor relevancia en el mundo de las ciencias. Recientes investigaciones del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey y de la Université de la Côte D’Azur, han indicado que el sol ha mostrado anomalías en los años más recientes. Pareciera que la revisión de estos fenómenos pudiera ser un preámbulo de lo que está por venir en el campo de la investigación científica.

¿El sol respira?

Un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey y de la Université de la Côte D’Azur ha demostrado que el Sol se encoje y se expande hasta 2 km cada 11 años.

De acuerdo con la revista The Astrophysical Journal, el estudio consistió en la observación y análisis de datos que fueron aportados por el Observatorio Solar y Heliosférico en conjunto con el Observatorio Solar Dinámico, en los últimos 21 años.

Los resultados de este estudio indicaron que se producen cambios en la estructura interna del sol causados por el campo magnético del astro rey. Estas variaciones corresponden a los cambios de ciclo de la estrella: cuando el sol se expande, su actividad disminuye; cuando se encoje, esta aumenta. Esto implicaría que dichos cambios también afectarían a la Tierra, pues están vinculados a los mínimos y máximos solares asociados a la aparición de manchas y tormentas solares.

Estos movimientos cíclicos de expansión y contracción dan la impresión de que el Sol respira.

La corona del rey

Otro descubrimiento realizado, recientemente, tiene que ver con la forma y el comportamiento de la corona exterior del sol. Si bien antes se pensaba que esta estructura era uniforme, un grupo de científicos liderados por Craig DeForest, se dieron a la tarea de revisar y analizar los datos e imágenes provenientes del Observatorio de Relaciones Solar-Terrestres durante los máximos solares y se toparon con datos impresionantes.

De acuerdo con la investigación reseñada por la revista The Astrophysical Journal, la corona externa del sol tiene un aspecto similar al de los patrones que se pueden ver en la superficie de la madera. Esto indicaría que la densidad de la materia solar varía en cada región de la corona externa, descartando lo que antes se conocía como la superficie de Alfvén. De acuerdo con DeForest, esta zona es “tierra de nadie” o una “zona de Alfvén” donde el viento solar se desconecta gradualmente del sol y no una simple extensión”.