Marte se encuentra en el punto más cercano a la Tierra desde el 2013, esto le permite ser visto con sólo levantar la mirada por la noche y ubicar en el lado derecho de la Luna, es un punto rojizo brillante entre las blancas estrellas. Este evento transcurrirá entre del 27 al 31 de julio y no sucedía desde hace 15 años, se podrá seguir apreciando con menor intensidad alrededor de un mes más, mientras se difumine su brillo.

Gerónimo Villanueva, astrónomo argentino del Centro Espacial Goddard de la NASA, explica que este evento ocurre cuando Marte y el Sol están en lados opuestos a la Tierra, fenómeno conocido con el término de oposición, algo que sucede cada dos años, sin embargo, el acercamiento de ahora es especial, ya que se producen en el momento en que ambos planetas se encuentran en el punto más cercano desde el 2003.

Según Rick Zurek, científico de proyectos para el Orbitador de Reconocimiento de Marte de la NASA, la distancia promedio que separa a Marte y la Tierra es de 225 millones de kilómetros siendo la distancia máxima de 402,3 millones de kilómetros; en 2003 esta distancia fue récord, ya que sólo nos separó una distancia de 55.75 millones de kilómetros, distancia que no se superaba desde hace 60.000 años

La oposición de este 31 de julio será el momento más cercano entre los dos planetas desde el 2003, según cálculos realizados por los expertos en el tema, la distancia que separará a Marte de la Tierra será de 57.6 millones de kilómetros. Luego de este, el próximo acercamiento podrá verse en octubre de 2020 y la oposición supercercana más próxima será en septiembre de 2035.

El próximo evento récord será en 2287.

Las órbitas planetarias son la explicación de este encuentro

El fenómeno de este fin de semana tiene su explicación en las elípticas órbitas planetarias, la de Marte tiene una relativa pronunciada excentricidad orbital, es decir, hay momentos en los que está más lejano al sol (Afelio) y otros en los que está más cerca (perihelio), cuando se compara con la órbita terrestre, más circular, es claro que los períodos de oposición y el acercamiento tienen frecuencias diferentes.

Marte tarda dos años terrestres en dar una vuelta al Sol, el movimiento de traslación de la Tierra dura un año, si ambas órbitas fueran circulares tanto la oposición como el acercamiento serían el mismo día, sin embargo, debido a las características de las órbitas planetarias, la alienación de Marte y La Tierra respecto al Sol puede darse sólo cada quince años, es en este momento cuando físicamente pueden estar más cerca.

Es decir, en el momento en que las oposiciones se dan cuando Marte está en su perihelio (el punto de su órbita donde se acerca más a nuestra estrella) es cuando pueden darse los acercamientos más próximos a nuestro planeta y poder ser apreciado a simple vista desde cualquier punto con sólo mirar el cielo nocturno y eso es lo que precisamente está ocurriendo este fin de semana.

Este evento es una gran oportunidad para la comunidad científica

Esta experiencia será única para los investigadores del telescopio espacial Hubble, el mismo que ha permitido un mayor acercamiento a nuestro Sistema Solar y un poco más allá desde su lanzamiento en 1990. Según Villanueva (NASA), esta plataforma de investigación tan completa ha facilitado el entendimiento de los cambios climáticos en nuestro sistema planetario.

En el caso de Marte, Hubble ha captado la imagen de una tormenta global, una gran nube de polvo que envuelve todo el planeta, razón por la cual se ha perdido contacto con uno de los robots de la serie que tiene la NASA en su superficie, el Opportunity no recibe luz solar para mantenerse operativo y ha entrado en una etapa de hibernación hasta que la atmósfera de ese planeta aclare y se limpien sus paneles solares.

De hecho, el último contacto con de la NASA con el Opportunity. de 14 años de misión fue en junio y hay cierto temor científico de no poder recuperarlo. A pesar de esto, la meta principal de las investigaciones se centra en la llegada de una misión tripulada a nuestro vecino rojo, para lo que se requiere una planificación logística compleja puesto que la misión tardaría en llegar seis meses.

Adicionalmente, con la tecnología actual, la misión debería coincidir cuando los planetas estén alineados, por lo que se deberían esperar dos años para ello, también necesitaría seis meses para llegar, construir una plataforma de despegue en Marte (similar a la de Cabo Cañaveral) y seis meses de regreso, ante esto agrega Villanueva (NASA) que se está proyectando la misión para un plazo de entre 10 y 20 años.

Marte no será el único vecino coloreado de rojo que veremos en el cielo, y es que este acercamiento planetario coincide con la Luna de Sangre, el eclipse de Luna más largo del siglo XXI, el cual también pudo ser se visualizado esta semana colmada de trabajo para muchos científicos y de grandes sorpresas para todos los seguidores de los temas relacionados con la astronomía.