El experimento de lanzar rocas desde un cañón a altas velocidades pudo demostrar que algunos asteroides podrían haber traído agua a la Tierra primitiva, sin que toda el agua se haya evaporado por el impacto, según dice un estudio reciente. Después que el sistema solar se formó hace unos 4.600 millones de años, la Tierra creció significativamente cerca del sol, donde hacía demasiado calor para que el agua se condensara fuera de la fase gaseosa. De todos modos, la Tierra era demasiado pequeña como para aferrarse a tanto gas.

Opiniones Científicas

Así que los científicos creen que el punto azul pálido puede haber recibido su agua de otro lado, aunque exactamente el cómo sucedió aún está en debate.

Daly, ahora en la Universidad Johns Hopkins, y el científico planetario Brown Peter Schultz fabricaron pelotillas de antigorita del tamaño de un mármol, un mineral encontrado en Japón que es similar a los tipos de tocas que pueden haber traído agua a la Tierra hace miles de millones de años. Para simular una superficie planetaria seca, el equipo horneo piedra pómez a 850° C durante un tiempo de 90 minutos. Mas tarde, el equipo disparo los perdigones a la piedra pómez a aproximadamente 5 kilómetros por segundo utilizando el Ames Vertical Gun Range de la NASA en California.

Esa velocidad es similar a la que los asteroides seguramente chocaron cuando los planetas se estaban formando, dice Daly. Las simulaciones anteriores sugerían que toda el agua de un asteroide se vaporizaría al impactar si el asteroide hubiera estado viajando a una velocidad de más de 3,1 kilómetros por segundo.

En un planeta como la Tierra primitiva, que no tenía atmosfera, ese vapor de agua se disipaba en el espacio. Pero Daly y Schultz descubrieron que parte de vapor de agua liberado por los impactos de los gránulos quedaron capturados en el cristal creado a partir de la roca impactada, o conglomerados de rocas reventadas llamadas brechas.

Los asteroides podrían haber entregado hasta el 30% de su agua almacenada a los planetas en pleno crecimiento, argumentaron los científicos el 25 de abril en Science Advances. El siguiente paso es descubrir cómo el agua podría haber escapado de las rocas para crear océanos y otros cuerpos de agua, dice Daly.

Pregunta frecuente sobre el trabajo de Liu

Liu estudia el agua en materia lunar, y una pregunta frecuente sobre su trabajo es como la luna puede tener agua. EL vecino celestial más cercano a la Tierra no tiene atmosfera espesa donde el vapor pueda acumularse, por consiguiente, la luna debería haber tenido un momento aún más difícil para mantener el agua recibida por el impacto que sufrió la Tierra. Este trabajo demuestra que eso es factible incluso para los cuerpos sin aire, dice ella. El hallazgo incluso sugiere una forma para las misiones tripuladas en el futuro encuentren agua en la luna: Quizás deberíamos buscar el derretimiento del impacto para obtener el agua que necesitamos.