Gianfranco Pasquino, politólogo y académico, afirma que si Nicolás Maquiavelo fuera un ciudadano del siglo XXI sería un "consultor de política". Este dato es muy "significativo" porque Maquiavelo durante el Renacimiento aspiraba a ser el consejero de los poderosos pero, sin embargo, "nunca tuvo éxito". En este sentido, el profesor señala que él se siente muy "triste" cuando explica que todo lo que conoce "no lo puede utilizar porque no hay un príncipe que desee sus opiniones y sus teorías".

Maquiavelo está interesado en "construir un príncipe fuete", indica el profesor.

Sin embargo, este argumento no se debe a la creencia de sobrevalorar la fuerza sino porque "solamente un príncipe fuerte sería capaz de unificar Italia". En esta línea, Pasquino apunta que se trata de una "enseñanza en un momento específico de la historia de Italia".

El profesor recuerda que Maquiavelo en 'El Príncipe' hace referencia a la psicología política en el sentido que se debe conocer "los sentimientos, las emociones y los deseos" de los hombres y de las mujeres si se quiere "construir algo que pueda servir al príncipe y a todos los que estudian la política". Maquiavelo abre la puerta a "la ciencia política contemporánea".