El Oro es el sinónimo del dinero. Ha sido utilizado como material para la fabricación de moneda desde tiempos inmemoriables y su imagen está asociada al poder económico y a la joyería. Pero sus Propiedades físicas lo han hecho también interesante para la electrónica, por su conductividad, y para la medicina. ¿Quién no recuerda los dientes de oro?

El Oro no es ni el más raro ni el más curioso de los metales, pero constituye la moneda de cambio sobre la que el comercio mundial estuvo basado. Su aspecto de brillo metálico y color dorado además de su maleabilidad lo hace muy apreciable para la joyería.

Para hacerlo más duro a veces se le añade algo de cobre, algo que reduce la medida de su pureza valorada en Quilates.

El Oro se encuentra sobre todo en los filones de cuarzo, a veces asociado a la pirita, a veces incluso mezclado con ella. Se puede encontrar también en las rocas metamórficas o en los sedimentos en que se haya depositado. Es raro que se pueda ver a simple vista en sus Minerales, puesto que se presenta en cantidades muy bajas: algunos gramos por tonelada de roca.

En el momento en que los ríos destruyen los yacimientos de oro, comienzan a arrastrar y concentrar éste metal en los lechos de los ríos. Ésto se debe a que el peso del oro es muy elevado debido a su densidad. Decimos que el oro se sedimenta con facilidad.

Para retirarlo es posible usar tamices, tal como podemos ver con frecuencia en las películas del oeste que tratan de la fiebre del Oro de finales del siglo XIX en la zona oeste de Estados Unidos. En Australia, los inmigrantes anglosajones lo recolectaban de ésa forma. A partir de éstos depósitos de oro en los lechos de los ríos se puede encontrar el filón original, o los yacimientos de los que proviene.

En los ríos se encuentra en forma de pepitas redondas, icono clásico también de la búsqueda de oro aventurera. En cambio, en sus yacimientos de origen se presenta de formas menos fáciles de recolectar. O bien lo encontramos en forma de cristales octaédricos o bien en forma de lentejuelas.

Hoy por hoy, el principal productor de oro mundial es África del Sur.