Hoy tuve el honor de conocer a Christopher, un niño muy especial y no porque padece de hipertricosis o síndrome de Hombre Lobo, sino porque me recibió en su hogar como si me hubiese conocido desde siempre. Él sólo tiene el cuerpo cubierto de vellos, pero su cerebro, su personalidad, su inteligencia no es ni más ni menos que la de cualquier otro niño de su edad.

Cuando Christopher llegó al mundo un 15 de diciembre, sus padres y los médicos se sorprendieron al verlo ya que este síndrome es muy extraño y no se sabe la razón por la cual aparece, sólo que es hereditario, pero en la familia de él no existe más nadie con su condición.

Según la madre de Christopher, Lizmar Marcano, el embarazo de su hijo fue totalmente normal y en ningún eco se pudo ver o sospechar que él tuviera de hipertricosis, lo cual, dos años más tarde del nacimiento de Christopher llevó a ella y a su esposo a España donde ya dos niños habían sido tratados con rayos láser.

Ellos decidieron esperar que Christopher estuviera más grande, no sólo para que pueda recibir el tratamiento sin tener que ponerle anestesia total, sino por la dificultad de reunir la cantidad de dinero para que el niño recibiera el beneficio que le daría el láser y la estancia por un tiempo indefinido en España. Para este fin y muchos más fue creada la Fundación Niño Lobo, la cual da apoyo a niños especiales y, a través de ella, la madre de Christopher da charlas acerca de lo que es la hipertricosis para educar a las personas acerca de esta extraña condición.

La señora Lizmar aclara que a pesar de que Christopher ha sido criado como cualquier otro niño, porque lo es, lo normal es que las personas lo observen y ella y su familia se han acostumbrado a esto, pero en una oportunidad un hombre los persiguió en un centro comercial y les preguntó si el niño tenía cola. Este episodio fue muy doloroso para ella porque Christopher es un niño totalmente normal y la única diferencia con los demás es el vello en todo el cuerpo.

Pero Christopher es un niño feliz y sociable porque sus padres nunca lo han escondido, por el contrario él ha estado a la vista de todos desde bebé y comenzó a ir al colegio hace dos años, donde fue recibido de manera extraordinaria por sus compañeros y maestras. Además practica Kung Fu y natación, deportes que disfruta a plenitud, así como también ir al parque.

Algún día, no muy lejano, y con la ayuda de quienes tengan a bien colaborar, Christopher será tratado con láser y podrá deshacerse de ese vello, el cual ahora no le molesta pero en un futuro podría acarrearle problemas de rechazo, ya que a medida que los niños crecen tienden a ser algo crueles. Al ser muy pocos los casos de hipertricosis o síndrome de Hombre Lobo es escasa la información al respecto pero a través de la página web de la Fundación Niño Lobo se puede acceder al mundo de Christopher y de lo que se puede hacer para ayudarlo a tener un mejor futuro.