El empleo de la marihuana con fines terapéuticos y medicinales es un tema controvertido que enfrenta las opiniones de unos y otros. Mientras que la justicia española prohíbe el consumo de esta planta, son muchos los que piden a gritos su legalización; algunos por razones recreativas o de entretenimiento y otros como remedio para ciertas enfermedades en las que ha sido verificada su efectividad.

El National Institue on Drug Abuse publica en su página web que existen estudios científicos que prueban sus efectos curativos. Por eso, los químicos que contiene esta planta, llamados cannabinoides, han sido empleados para la elaboración de pastillas para tratar enfermedades y síntomas.

De ahí que muchas personas insistan en su autorización, siempre bajo prescripción médica, ya que los investigadores coinciden en que los beneficios son mayores que los riesgos en personas que necesiten del tratamiento.

Los dos cannabinoides principales son el THC y el CBD. El primero aumenta el apetito y disminuye las náuseas, el dolor, la inflamación y problemas en los músculos. Y el segundo, que se suministra en forma de aceite, trata la epilepsia infantil. Entre otras enfermedades, sobre las que aún se están estudiando sus efectos, están el VIH, la esclerosis múltiple, el Alzheimer, dolores, desórdenes mentales, convulsiones…

Esta 'droga' es legal en 23 estados de Norteamérica, entre ellos Nueva York, Colorado y Washington, siempre que se administre bajo receta y con usos terapéuticos.

En España, sin embargo, aún existe bastante oposición al respecto, por los efectos secundarios que pueda conllevar, y por lo delgada que es la línea entre el empleo con madurez o sin ella. De hecho, el artículo 368 de nuestro código penal dice que serán condenados con penas de prisión 'los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o (…) favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas', entre las que incluyen a la marihuana.

El fármaco, que por el contrario, sí que está admitido en muchos países europeos incluyendo a España, es el Sativex, derivado del cannabis, pero que no actúa como sustancia curativa sino que sólo alivia algunos síntomas. Pero, además de que no cause no tiene los mismos buenos resultados que la marihuana, su elevado precio hace que sólo esté al alcance de unos pocos.