Este nuevo año de 2017 continúa por el mismo camino que el anterior, que estuvo marcado por hechos grandiosos y otros de menor elegancia a la hora de brillar con luz propia y algunos demasiado exagerados como la polémica que existe entre el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, y todo el conglomerado de Hollywood, o al menos los actores.

Se trata de una guerra de guerrillas librada en las propias “casas” de los combatientes, no hay enfrentamientos mutuos, solo privados para salvaguardar la imagen. Así por ejemplo, la penúltima en salir a la palestra con la ametralladora ha sido Meryl Streep.

La última, la canción ‘I will survive’ de Gloria Gaynor ha sido otra nueva trata de Hollywood, ahora unos 21 actores ha versionado la famosa canción para la revista ‘W Magazine’, dejando claro el mensaje de “sobreviviré” ante Donald Trump. No se muerde la mano que te da de comer.

Meryl Streep en la pasada gala de los Globos de oro, se dedicó a pasear ese aire de superioridad moral y atacó al blanco preferido de todos: Donald Trump.

Me hizo mucha gracia escuchar como la “actriz” intentó una comparativa metafórica entre Hollywood y la población denigrada de Estados Unidos. Dijo lo siguiente: “Todos los presentes, pertenecemos a un sector denigrado. Piénsenlo: Hollywood. Extranjeros. Y la prensa. Pero, ¿quiénes somos? Un grupo de gente que viene de todos lados”.

Con estas palabras empezó su discurso… madre mía, Meryl mejor calladita porque hablas y sube el pan. ¿Denigrados en Hollywood? Me pregunto qué pensarán los denigrados de verdad de la sociedad estadounidense, los que para comer deben de rebuscar en la basura… Lo dicho, mejor calladita.

Lo malo de todo esto es que se creen imprescindibles, Hollywood piensa que tiene la sartén por el mango: “Así que Hollywood está lleno de extranjeros y foráneos, y si no nos quieren se van a quedar sin nada que ver, solo fútbol y artes marciales mixtas que No son las artes”. ¿Quién le ha dado a esta mujer la potestad de decidir lo que es arte?

siempre tiene que saltar un cojo, la menos indicada para hablar de arte pues rebosa nula capacidad actoral.

La contradicción sigue: “El único trabajo de un actor es entrar en la vida de personas y dejarte sentir lo que eso se siente.” Antes eran denigrados, comparándose con extranjeros y foráneos, y ahora son diferentes al resto… Meryl no eres distinta a él, yo solo veo similitudes.

Ahora pasamos a las críticas a Trump: “Hubo una actuación este año que me impactó, metió sus ganchos. No porque fuera buena, no tenía nada de eso, pero era efectiva y hacia su trabajo. Hacía reír a su audiencia y enseñar sus dientes”. Pues querida Meryl dicha actuación le llevó a ser presidente del país más poderoso del mundo, tu solo hablas en una gala rodeado de los tuyos, regocijada en el aplauso fácil que buscabas, porque es solo eso, un baño de masas para ti y tu falta de perspectiva moral.

La respuesta de Trump no se hizo esperar: "Me rompió el corazón cuando la vi, y aún no me la puedo quitar de la cabeza porque era la vida real. El instinto de humillar —cuando está modelado por alguien con una plataforma pública, alguien poderoso— es algo que se filtra en la vida de todo el mundo".

Totalmente de acuero con Trump, puede equivocarse en cosas pero en esta acertó. Desde la calidez del "hogar" es fácil hablar Meryl.