Este lunes 7 de Marzo nuestra alcaldesa Manuela Carmena firmó su adhesión a la Declaración de Alcaldes Unidos contra el Antisemitismo. En la ceremonia le acompañaban René-Pierre Azria, en nombre del Comité Judío Estadounidense y el presidente de la Federación de Comunidades Judías en España, Isaac Querub. Carmena es la primera española en sumarse a esta Declaración ideológica de la que ya forman parte dignatarios de otros 16 países.
Precisamente en un momento en el que se está masacrando mediáticamente al islam y a los musulmanes, llama la atención comprobar como los dirigentes de distintas partes del mundo manifiestan su preocupación ante la alarmante expansión del antisemitismo, que se quedó obsoleto al acabar la segunda guerra mundial.
Además esto choca con las bases de Podemos, su partido político, el cual simpatiza con la causa palestina rechazando todo lo que suene a Israel y presenta proposiciones en el congreso para debatir en el pleno el reconocimiento inmediato y unilateral de Palestina como Estado. Incluso Ahora Madrid, la facción madrileña de podemos promueve el boicot a Israel con propuestas de programa como declarar la urbe espacio libre del apartheid israelí.
Lógicamente nadie está en contra de que se firme un manifiesto contra el antisemitismo, que trabaja para defender los derechos civiles de los judíos en Israel, el problema es que promueve los derechos humanos en todo el mundo: menos en los territorios palestinos ocupados donde todo vale.
Al igual que el Comité Judío Estadounidense, la Liga Antidifamación Judía es una organización que trabaja para defender las políticas de Israel en todo el globo. Este tipo de agrupaciones se dedican a denunciar y condenar cualquier mención o acto negativo hacia la nación israelita. También se opone a que se deje de invertir o se boicoteen los productos que provienen no ya de Israel, sino de los asentamientos (como los Altos del Golán por ejemplo).
Al fin y al cabo son grupos de poder ya que consiguen que se impongan penas de cárcel por negar el holocausto nazi en numerosos países.
En las páginas web de estos matones intelectuales, supuestos promovedores de la paz y los derechos humanos podemos encontrar ``perlitas´´ como la Pequeña guía para los perplejos, donde se explica el conflicto entre palestinos e israelíes.
Leerlo resulta vergonzoso ya que sobretodo se apoyan en clásicos mitos del sionismo ampliamente refutados por los historiadores. Por ejemplo el Comité Judío Estadounidense afirmo que en el informe de la ONU sobre la guerra en Gaza de 2014 critico injustamente a Israel, cuando en esa guerra mataron a más de 500 niños pequeños en solo 50 días de bombardeos.