Cada año cerca de 15 millones de británicos visitan España, veranean en nuestras playas, comen nuestra paella y se beben nuestra sangría. Pero esto se podría acabar si se decidieran a hacer caso a The Sun, tal vez el periódico más sensacionalista del Reino Unido, que lleva días lanzando consignas desde sus páginas en contra de la Unión Europea y de nuestro país. Su última ocurrencia: un "boicot turístico" a España, a cuenta de las pretensiones de nuestro actual gobierno acerca de Gibraltar.

En su estilo habitual, enardecido y chabacano, el director del tabloide, Kelvin MacKenzie, escribía una curiosa columna donde, entre otras perlas, decía que "a los españoles se les está subiendo el Rioja con el asunto de Gibraltar", insultando además a los ciudadanos españoles, hasta hace dos días socios en el club europeo, con adjetivos tan burdos como follaburros.

Sigue la campaña del Brexit

No es la primera vez que The Sun y otros tabloides arremeten contra España recurriendo a toda clase de chascarrillos y tópicos ofensivos. Esta última oleada se enmarca dentro de la campaña de parte de la prensa británica a favor del Brexit, en la que MacKenzie y sus esbirros expusieron toda clase de argumentos y no escatimaron insultos hacia el resto de europeos e incluso hacia los propios ciudadanos británicos que se mostraban partidarios de permanecer en la Unión Europea.

Se diría que, una vez consumado el Brexit, la campaña continúa, porque las dudas y los temores se han multiplicado. Ahora se trata de proporcionar a los que votaron por la salida del Reino Unido nuevos argumentos para justificar su decisión.

Afortunadamente, y aunque los lectores de The Sun son numerosos, la mayoría de los británicos siguen siendo gente civilizada que sabrá clasificar las declaraciones de tipos como MacKenzie en el archivo de "humor", probablemente en la carpeta de "mal gusto".

Así que cabe presumir que el alcance de este boicot va a ser mínimo y este verano, como cada año, vamos a recibir a muchos turistas británicos de los que, para no ponernos a la misma altura que The Sun y el resto de la prensa amarilla inglesa, no vamos a calificar de ninguna manera, por muchos litros de alcohol que beban algunos de sus compatriotas y mucho balconing que practiquen. No sería justo ni elegante.