El movimiento Disciplina Doméstica Cristiana está recibiendo las críticas desde gran cantidad de países, pero España aún no ha hecho mención de la protesta ante esta atroz aberración. El grupo es originario de los Estados Unidos pero se desconoce si su doctrina proviene del vaticano o cuál podría llegar a ser su alcance o influencia real en la sociedad. Se autodefinen como la "práctica entre dos cónyuges donde el cabeza de familia toma las medidas necesarias para una relación sana y dinámica". Excusan su acto violento disfrazándolo de protección frente a resultados peligrosos para un ambiente sano o como castigo a los comportamientos no deseados para el bienestar de la familia.

En su web, el movimiento de disciplina doméstica cristiana, ofrece una guía básica para principiantes de 54 páginas, donde se instruye a los cabezas de familia para mantener un hogar cristiano en orden. Se basan en una interpretación acomodada de los conocimientos bíblicos donde azotes, pérdida de privilegios y aislamientos son mencionados. Utilizando como lema: "El hombre es dominante y la Mujer sumisa, como se detalla en la Biblia".

Los conceptos de asistencia al maltrato de la mujer no tienen nada que envidiar a los publicados en las televisiones saudíes y de otros países árabes. En la guía básica se describen toda clase de herramientas que pueden ser empleadas de manera efectiva para causar daño físico a la mujer.

Explican que un cepillo para el pelo puede ser el instrumento indicado ya que produce el picor deseado, pero reconocen que al emplearse para esta tarea se suelen partir (obvio que para romper un cepillo de pelo golpeando a alguien habría que golpear fuerte y repetidamente). También se ofrecen técnicas más sutiles como golpear a tu mujer con una raqueta de tenis ya que no hace ruido y tiene la consistencia necesaria. Otro de los componentes más importantes según esta guía del maltrato es saber reconfortar a tu pareja después de golpearla, ya que es un momento vulnerable para ambos.