La vida y la muerte están inextricablemente unidas, como caras de una misma moneda que solo el destino puede manejar, sin embargo el ser humano siempre ha buscado tener el control. Los antiguos alquimistas buscaban la piedra filosofal y la fuente de la eterna juventud. Son muchos los científicos que siguen ese camino, claro que con una base mucho más firme, la que otorgan los modernos conocimientos sobre biología, medicina y por supuesto la revolución tecnológica.

El pasado 19 de marzo falleció uno de los grandes nombres del rock and roll, y un mensaje en twitter llamó la atención, decía así “Descansa en paz Chuck Berry.

No he sido suficientemente rápido para ti y para otros. Estoy dando lo mejor de mi mismo” una disculpa quizás y una declaración de alguien que emprende una batalla titánica.

El autor del tuit es Aubrey de Grey, un científico que nació hace 53 años en Londrés, se formó en la Universidad de Cambridge en el campo del envejecimiento, y desde hace años dirige en California la fundación sin ánimo de lucro SENS (Strategies for Engineered Negligible Senescence). Este mes ha visitado España, donde ha presentado su libro “El próximo paso: la vida exponencial” en el marco de la Open Mind del BBVA.

De Grey mantiene que en un futuro, que no se atreve a especificar porque los procesos evolutivos de la ciencia son incalculables en términos temporales, el ser humano llegará a vivir 1000 años gozando de buena salud, no le gusta hablar del fin de la muerte (hay accidentes que son inevitables), pero sí de ganarle la batalla al envejecimiento.

Actualmente hay una serie de hábitos de vida, que más o menos todos conocemos que nos ayudan a ganar calidad de vida, pero no consiguen vencer los estragos que se asocian a la vejez.

Aubrey de Grey mantiene que la mayoría de los profesionales ahora mismo buscan tratar las enfermedades asociadas a la vejez, tales como el alzheimer, la demencia o el parkinson tal y como se hace con las enfermedades que padece un cuerpo joven, que suelen ser ocasionadas por una infección, pero en esos casos trabajar sobre los síntomas no puede eliminar una enfermedad que está asociada a una degeneración.

Mantiene que el envejecimiento es un proceso muy complicado en el que intervienen múltiples factores y no sirve de nada tratar uno solo, hay que atajarlos todos en conjunto y para eso hay que conocer muy bien cómo funciona y por qué se desarrolla el proceso.

El objetivo final, según de Grey, ha de ser “mantenernos en un estado de buena forma hasta el día que muramos. Permanecer útiles mental y físicamente”, para ello hay que lograr la manera de obtener una batería de terapias de reparación que actúen de manera conjunta y reduzcan la edad del cuerpo.

El envejecimiento es a la postre la lenta acumulación de daños en nuestras células que afecta a nuestros órganos y tejidos, lo que provoca que los cuerpos se vayan transformando físicamente adquiriendo todos los síntomas que todos relacionamos con la vejez. En su artículo habla de 7 tipos de problemas que hay que atajar: la pérdida de células, la resistencia a la muerte celular que provoca problemas como la obesidad, el exceso de proliferación celular al que se asocia al cáncer, la basura intracelular, la basura extracelular, la rigidez de los tejidos y los defectos mitocondriales. Lo que se busca para un futuro es una inyección que permita corregir de un golpe todos estos daños.

Aunque pueda parecer un asunto de ciencia ficción es innegable que el estudio y el conocimiento y los avances asociados a la ciencia y a la calidad de vida han hecho que la esperanza de vida media actual sea muy superior a la de hace tan solo unos siglos, incluso en los países subdesarrollados, pero aún así la vejez es el mayor miedo que sufre la humanidad, vencerlo ese miedo quizás haría cambiar todo nuestro entramado social.