Cataluña se prepara para recibir en los próximos días las temperaturas más bajas de los últimos 5 años. Por ello, ciudades como Reus han activado el plan NeuCat para hacer frente a las nevadas que puedan caer entre el martes y el jueves de la próxima semana. Entre las medidas adoptadas, se han cerrado las fuentes públicas y se han limpiado las calles de agua para evitar que se congele y que las aceras y carreteras se conviertan en pistas de hielo. Cerca de la costa también se están adoptando diferentes medidas, como la preparación de máquinas quitanieves, aunque las previsiones no apuntan a que llegue a nevar cerca del mar.

Los agricultores temen las bajas temperaturas para sus cultivos

Por su parte, los agricultores catalanes temen que las bajas temperaturas conlleven heladas que afecten sus cultivos. En concreto, en la zona del Baix Llobregat los productores de alcachofas recelan del mal tiempo y es que el frío puede acabar no solo con las alcachofas (su producto más importante de la campaña de invierno) sino que también puede verse afectada la planta entera, hecho que pondría en peligro la temporada entera para estos productores.

El frío también ha hecho que hospitales, como el Parc Taulí de Sabadell, hayan decidido posponer 39 operaciones previstas para la semana que viene, que no eran ni urgentes ni graves, pero requerían el ingreso de los pacientes.

De esta manera, se liberarán casi 40 camas y se agilizarán las urgencias del centro que, previendo las bajas temperaturas, considera más elevado el riesgo de gripe u otras enfermedades que acostumbran a colapsar los servicios de urgencias. A pesar de que se trata de una previsión meteorológica poco habitual, los hospitales catalanes suelen realizar este tipo de operaciones en invierno para destaponar las urgencias.

Las temperaturas más altas del último siglo en Cataluña

Cabe destacar que, si bien las temperaturas que se esperan para la próxima semana son muy bajas, Cataluña registró el año pasado las temperaturas más altas del último siglo en diferentes puntos de su geografía. Además, no todo son malas noticias: la niebla que cubrió Lleida durante días fue muy beneficiosa para los productores de fruta dulce y de cereales de la zona.