En el tacón de Italia, justo en frente de Albania, se encuentra la maravillosa ciudad de Bari, capital de la región de Apulia. Actualmente esta región desconocida por una buena parte de los turistas que pasan por Italia, es una capital de cultura, belleza natural y gastronómica del sur. Tercera ciudad en el sur de Italia por población (después Palermo y Nápoles), su ciudad vieja, caracterizada por sus edificios de color blanco y su paseo marítimo, entre los más largos de Italia, son de un gran atractivo para los turistas tanto extranjeros como italianos.

Bari está considerada como una ciudad de conexión entre oriente y occidente, por su ubicación geográfica.

Historia de la ciudad

Bari tiene una historia muy interesante. Muchas poblaciones pasaron por aquí. Fue colonia griega (probablemente cretense), y entró a formar parte del imperio romano en el III siglo a.C. Fue dominada por muchos imperios: Bereberes, Longobardos, Bizantinos, Sarracenos y Normandos con los cual la ciudad floreció por la construcción del castillo realizado por el emperador Federico II, que consideraba la tierra de Apulia como la más bonita en su imperio.

En el año 1087 fueron llevadas allí las reliquias de San Nicolás de Myra, obispo turco adorado sea por los cristianos sea por los ortodoxos, y que por muchos países del oeste está considerado como el original papa Noel.

Por él fue construida una preciosa catedral preciosa frente al mar, con forma de fortaleza para asustar a los piratas y a los Sarracenos que muchas veces atacaban sus costas. La ciudad fue dominada por los aragoneses, los españoles y también por parte de los venecianos, época en la que se trasformó en un puerto muy importante sobre todo por cercanía con el oriente.

También en nuestra época está considerada la “Puerta de oriente”. Exactamente como en la segunda guerra mundial en la que la ciudad fue un punto estratégico muy importante.

Sitios de interés

La basílica de San Nicolás de Bari fue un sitio muy importante en el curso de la historia de la ciudad. Fue la única que sobrevivió a la destrucción de la entera ciudad, realizada por parte de Guglielmo el malo en el 1156.

Es en estilo románico. Esta catedral está rodeada de muchas leyendas, ya que los caballeros medievales pasaban por aquí para recibir la bendición del santo (protector de los marineros, los niños, las mujeres solteras y los peregrinos). Se dice que entre sus muros está escondido el cáliz que Cristo utilizó para la última cena: el santo grial. En su cripta, donde todas las columnas son distinta la una de la otra, hay dos retablos: uno cristiano y uno ortodoxo (ya que el santo es muy adorado por las dos iglesias).

La catedral de San Sabino, es la sede del seminario obispal de la región. Tiene una fachada en estilo ‘romanico pugliese’. De especial interés son las excavaciones arqueológicas de la antigua catedral que se encuentran en la cripta.

El castillo suabo, reconstruido por parte del emperador Federico II en el 1233, que además de ser visitable cuenta con exposiciones de arte.

Piazza del Ferrarese. Llamada así por Stefano Fabbri, un comerciante originario de la ciudad de Ferrara. Es el sitio donde todos los jóvenes de la ciudad se reúnen para ir a comer unos de los platos más típicos de la ciudad: los ‘panzerotti’, parecido a una pizza doblada y frita o para quien prefiera...al horno (normalmente de piedra). Se puede rellenar con una de las verduras preferidas desde los habitantes de la ciudad: las ‘rape’, que es una tipología de grelos, muchas veces servidas en los restaurantes de la ciudad con ‘aceite santo’ (que se realiza dejando macerar una cayena picante en aceite durante días).

Típico es también comer un helado o una filloa rellena de nutella o crema blanca, que se encuentra en muchos sitios ubicados en la plaza.

Alrededores

En los alrededores de Bari está ‘la Murgia’, un territorio montañoso caracterizado por ser una paisaje karstico resultado de la erosión en las rocas calcáreas que modela la tierra. El territorio cercano a la ciudad se caracteriza por la presencia de iglesias rupestres de época muy antigua, grutas excavadas por ríos subterráneos visitables (Grotte di castellana) y masías fortificadas caracterizada por el tufo, piedra blanca típica de esta región con la cual se construía antes.

No lejos de Bari encontramos el pequeño y precioso pueblo de Polignano a mare, construido directamente sobre los acantilados y caracterizado por edificios blancos que brillan gracias a la luz del sol que caracteriza el clima mediterráneo de la región.

Otra localidad imprescindible es Alberobello, con sus ‘trulli’, construcciones realizadas en piedra con técnica ‘a seco’, Consistente en no poner ningún tipo de cemento como unión para poder desmontar los edificios rápidamente. Esto pasaba porque los habitantes de la ciudad destruían sus casas para evitar pagar impuestos cuando llegaban monitores para inventariar las casas y asignar tasas.