La investidura en el día de ayer de Sanna Marin ocurre después de la renuncia al cargo por parte de Antti Rinne. Ante la amenaza de una moción de censura por la oposición a Rinne, el Partido Social Demócrata se vió obligado a elegir un nuevo candidato a primer ministro y de esa forma preservar la coalición centroizquierda. De otra manera habría sido necesario convocar a elecciones anticipadas.
Marin ocupará el cargo hasta el fin de la legislatura
Sanna Marin llega por esta vía a primera ministra del país, cargo que ocupará durante los próximos tres años y medio que restan de legislatura. A pesar de su juventud se ha dedicado en los últimos años a la política, ocupando los últimos seis meses la cartera de Transporte y Comunicaciones. Muy joven decidió su ingreso en las juventudes socialdemócratas entrando a formar parte en 2010 del comité nacional del SDP.
A los 22 años ocupó el cargo de concejal. La constancia y sus deseos de superación le permitieron lograr la vicepresidencia del partido en 2017 liderado hasta entonces por Rinne.
Se ha destacado por su lucha por la biodiversidad y el cambio climático y por su perseverancia en la igualdad, la libertad y la paz. Sanna Marin no solo es la primera ministra más joven del mundo, sino que lo es también en la historia de Finlandia.
La primera ministra es madre y bloguera
Proveniente de un entorno humilde, hija de padres divorciados, fue la primera de su familia que logró ir a la Universidad en donde obtuvo el grado en Ciencias Administrativas. La ahora primera ministra afirma: "Soy de una familia homoparental y eso sin duda me ha condicionado para que la igualdad, la paridad y los derechos humanos sean muy importantes para mí", ha expresado en su blog.
Valores como los anteriores tiene especial importancia en un país que ocupa uno de los primeros puestos entre los “países más felices del mundo” que son aquellos en los que destacan variables como los ingresos, la esperanza de vida, apoyos sociales, libertad, confianza y generosidad”.
Marin, la primera millenial en ocupar el cargo de primer ministro, está casada y concilia su trabajo con la educación de su hija que pronto cumplirá dos años. Es una política bien valorada en el país de acuerdo a las opiniones resultantes en las redes sociales cuando se vislumbraba el apoyo a su ascenso como primera ministra.
Un detalle que no pasa desapercibido en la política finlandesa es que los otro cuatro partidos que forman el gobierno de coalición junto al PDS están liderados por mujeres. El sistema de gobierno en Finlandia es parlamentario y el ejecutivo descansa en el Consejo de Estado que es liderado por el primer ministro, elegido por el Parlamento. El Presidente de la República, el Parlamente y el Gobierno se rigen por los principios del parlamentarismo multipartidario europeo.