Para Blasting Talks- entrevistas exclusivas de Blasting News con líderes empresariales y culturales - entrevistamos a Víctor A. Francis, Bussiness Developer de DIVERSA, una spin-off de la Unidad de Nano-Oncología y Terapéutica Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela que con su tecnología pretende traer más terapias para mejorar el pronóstico de pacientes de todo el mundo desarrollando nuevas medicinas innovadoras.
Blasting News: Defina brevemente ¿Qué es DIVERSA y cómo funciona?
Víctor A. Francis: Somos una empresa biotecnológica surgida de la Unidad de Nano-Oncología y Terapéutica Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) y del Servicio Galego de Saúde (SERGAS).
Nuestra visión es mejorar la vida de los pacientes proporcionando oportunidades de desarrollo a nuevas medicinas innovadoras. Nuestra tecnología patentada es la plataforma más versátil y sencilla del mercado, y hemos demostrado su capacidad para asociar y liberar tanto biomoléculas (proteínas, péptidos, aptámeros, anticuerpos, DNA y RNA), como moléculas pequeñas hidrofóbicas.
¿De dónde surgió la idea de negocio?
De nuestro deseo de contribuir a la revolución terapéutica, contribuyendo con cambios en el presente a grandes efectos en el futuro y de la propia demanda. En particular, al asistir a congresos científicos y dar charlas sobre nuestra tecnología, muchos de los asistentes nos planteaban los problemas que les impedían continuar avanzando en el estudio y traslación de sus moléculas, con la ambición de poder convertirlas en medicamentos.
Tras más de 20 años de trabajo en el ámbito de la nanomedicina e interacción con empresas, nuestra CEO, María de la Fuente, planteó la posibilidad de favorecer con nuestra tecnología patentada a toda la comunidad investigadora, así como al sector farmacéutico y biotecnológico.
¿Cuál es el principal reto de DIVERSA?
El primer reto es que nuestra tecnología sea accesible a todos los laboratorios con moléculas terapéuticas con potencial, pero con problemas de “delivery”.
Y un reto todavía más ambicioso es poder contribuir al desarrollo de nuevos medicamentos para beneficio de los pacientes. Como empresa emergente, tenemos que darnos a conocer y que los clientes confíen en nosotros. También necesitamos mantener suficiente cash flow para cubrir las actividades comerciales y llegar a los clientes.
El plan es que las tres líneas de negocio que tenemos (kits, contratos de codesarrollo y nuestros proyectos de I+D propios) contribuyan la una en la otra y generemos suficientes ingresos a corto, medio y largo plazo.
¿Cómo ha afectado el Coronavirus al sector propio de su actividad y a sus previsiones de futuro?
El coronavirus y la pandemia supusieron, como para casi todo el mundo, un parón en el desarrollo normal de los proyectos. Con el laboratorio un día abierto y al otro cerrado, tuvimos que introducir nuevos protocolos de seguridad, para mantener a todo el personal sano, lo que en general supuso un bajón en la producción. Dicho esto, los mercados biotecnológicos y farmacéuticos crecieron durante la pandemia, ya que el ciudadano común se ha dado cuenta de la importancia de nuestro sector: para luchar contra distintas enfermedades y generar nuevas terapias (como demostraron BioNTech/Pfizer, Moderna y otras empresas).
En particular, nos ha motivado mucho ver que las empresas antes mencionadas usan modelos de drug delivery parecidos a los nuestros para generar sus vacunas.
¿Qué aporta su empresa en la lucha contra el Cáncer?
Como mencioné con anterioridad, somos una spin-off de la Unidad de Nano-Oncología y Terapéutica Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) en el hospital de la Universidad de Santiago. Uno de nuestros cofundadores, Rafael López López, es el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (CHUS). Con nuestra tecnología queremos traer más terapias más rápido a los pacientes de nuestro hospital y de todo el mundo, para mejorar su pronóstico.
De hecho, tenemos nuestras propias líneas de I+D enfocadas en cáncer, osteoartritis y enfermedades metabólicas. En la rama de cáncer tenemos ya un candidato seleccionado para hacer estudios de proof of concept y determinar cuál es la mejor terapia para modular su acción.
¿Cómo cree que será el futuro de las metástasis? ¿Cree que queda mucho para poder ganar la lucha contra el cáncer?
Cada vez se conocen mejor los mecanismos por los cuales los tumores desarrollan metástasis y las distintas condiciones o genes que afectan a su función. Si podemos generar terapias específicas para estos genes y somos capaces de llevarlas al sitio de acción, gracias a nuevas tecnologías de “drug delivery”, podremos llegar a tratar de manera eficaz las metástasis y aumentar así la esperanza de vida de los pacientes. La lucha contra el cáncer sin duda continuará, pero tendremos más herramientas para combatirlo y que el cáncer deje de ser una enfermedad mortal.