Ana Obregón ha recuperado la sonrisa con su nieta Ana Sandra. La actriz cuelga de manera habitual en sus redes sociales fotografías y vídeos de la pequeña que le ha hecho revivir tras el triste fallecimiento de su único hijo, Aless Lequio. Ayer por la tarde, la abuela orgullosa colgó un video muy especial de la niña acariciando la imagen de su padre, siendo la primera vez que su nieta está tan cerca de su progenitor, tal y como ha afirmado la bióloga.

Ana Sandra acaricia la imagen de Aless Lequio en una fotografía

En la última publicación de agosto de Ana Obregón se ha podido ver un vídeo muy emotivo con una canción de fondo que emociona junto a la imagen de su nieta acariciando la cara de su padre Aless Lequio, en una fotografía.

Ana Sandra toca la imagen del marco que Ana Obregón tiene en su mesita de noche, un acto que ha llenado de amor a la presentadora y es que cree que su nieta tiene un don, como todos los niños, ha asegurado.

El don de Ana Sandra Lequio

Ana Obregón ha explicado que la primera vez que vio a su nieta tocar la cara de su padre se emocionó mucho, y no le supo encontrar explicación. Sin embargo, la actriz recordó una conocida frase de "El Principito": "Lo esencial es invisible a los ojos", y cree fervientemente que Ana Sandra tiene un don con el que nacen todos los niños: "Los bebés y los niños lo hacen, todos nacemos con ese don, pero al crecer se nos olvida".

Ana Obregón recuerda a su hijo fallecido y espera que haya sentido a su hija

Ana Obregón ha escrito también que espera que su hijo haya sentido la caricia de Ana Sandra "allá donde estés durmiendo".

Un vídeo que ha emocionado a todos sus seguidores, tanto como a la misma abuela que lo pudo ver con sus mismos ojos sin creer lo que estaba sucediendo.

La pequeña, que ya está a punto de cumplir los seis meses, formó un gran revuelo cuando salió a la luz su existencia, una polémica que poco a poco se ha ido calmando y Ana Obregón se ha ido encargando de silenciar los debates, dejando claro que el día que falte a su nieta no le faltará de nada.

Incluso dando el nombre de la persona a la que había dejado escrito en su testamento para que cuidara a la pequeña cuando ella faltara, su sobrina Celia.

Ana Obregón asegura que la pequeña tiene una gran familia, llena de tíos y primos, que viven enamorados de ella y vienen mucho a casa a verla. Sin duda, la actriz ha vuelto a renacer tras sufrir el dolor más grande que puede sentir una madre, que no es otro que perder a un hijo. Pero habiendo cumplido la última voluntad de Aless Lequio y teniendo a su cargo una pequeña que es fruto de su primogénito, la bióloga vuelve a irradiar la felicidad que se había apagado cuando perdió a su hijo tras una dura lucha contra un tipo de cáncer, el sarcoma de Ewing.