El intercambio de significados que obtenemos de la realidad, suele jugarnos a veces malas pasadas, ya sea por la exposición de los continuos estímulos que la tecnología nos ofrece, o por el banco de información que atesoramos a través de las experiencias.

Hay equivalencias en ciertos contextos, pero casi siempre estas nos alejan cada vez más, en vez de acercarnos en pleno siglo XXI. La trasformación de los contenidos, siendo que todos los días están expuestos a una mutación constante, por ser manejados en contextos equívocos, empobrecen nuestra capacidad de analizar toda la información que visualizamos día a día.

El simbolismo de una imagen puede estar cargada de ideologías –en algunos casos inconstantes – basándose en preceptos, que son permanentes a lo largo de los años. La tecnología si bien ha sido utilizada para el acceso a un sinfín de datos, en ocasiones también puede producir un malentendido cultural, ahondando en la desesperación del múltiple significado que tenemos, y explotándolo para mantener la continua atención del público.

Las plataformas en la actualidad, actúan como soporte para contextualizar la información de una forma chauvinista. Hay muchas personas que toman las redes sociales como medios informativos, lo cual puede provocar errores en la información, por alentar la comicidad –memes, frases divertidas para realzar la noticia – y otros aspectos fársicos con tal de obtener tráfico a como dé lugar.

Productos con intenciones ocultas

Los miles de datos proporcionados que residen en las corporaciones, por nuestra disposición para conceder cierto tipo de información, se están convirtiendo en una costumbre sin conciencia.

Cuando damos nuestro permiso a varias apps, suponemos que alertarán a la comunidad digital en caso de que un foco social de violencia.

¿Qué tan efectivo pueden parecer estas “medidas efectivas” para “protegernos” de los llamados grupos de odio? ¿Y cómo saber si no se ha convertido en una pieza clave del mercado negro, con una fachada totalmente oculta?

‘Focus Group’ de dudoso proceder

Amazon se vio involucrada en la comercialización de productos, que exponían odio racial a través de su simbolismo – esvásticas, ilustraciones racistas entre otros materiales –.

Este reporte actual fue presentando por parte de dos organizaciones EE.UU – Asociación para familias Trabajadoras y el Centro de Acción sobre Raza y Economía, que tras una investigación en forma, descubrieron como los grupos de supremacía blanca, han utilizado esta plataforma de comercio online, para beneficiarse con la venta de este tipo de materiales racistas y antisemitas, al mismo tiempo que difunden su ideología y producen un cambio en quienes adquieren sus productos.