El futuro se acerca a nosotros de manera azarosa, cada vez más. La era tecnológica nos ha introducido a un mundo de posibilidades increíbles, que antes solo quedaban en nuestra imaginación. La comunicación crea nuevos enlaces –a veces equívocos –para enviar información y datos en cuestión de minutos –segundos –. Jamás hubiéramos soñado que estos avances se expandieran de una forma vertiginosa por todo el planeta, quebrantando el tiempo y el espacio a una mínima expresión.
Quizá la tecnología ha condicionado relativamente nuestra forma de vivir, el modo en que percibimos el exterior, caminos interiores y erróneos de una realidad virtual bien fraguada.
La magnificación de estas innovaciones nos tienen cegados. ¿Las próximas generaciones caminarán en la oscuridad del pensamiento, sin la necesidad de la ofuscante luz del móvil?
Las reuniones que tenemos con nuestra familia y amigos, han dejado de ser eso precisamente, un momento para compartir experiencias y opiniones. Actualmente la forma en que nos comunicamos, está diluyendo parte de nuestro comportamiento humano, al no escuchar a una persona cara a cara. Dos personas pueden estar en la misma mesa, y siguen chateando minuto a minuto, sin tener un acercamiento real, ni observar la expresión física de la persona cuando se comunican. Muchos padres se enfrentan diariamente a esta problemática, ya que buscan la atención de sus hijos, comunicándose por estos medios, que no hacen más generar distancia y lazos poco afectivos.
El colmo de Facebook
Facebook ha llegado al punto de la ineptitud, la estupidez y la poca vergüenza luego de lo ya suscitado en las audiencias, por el jefe de jefes Mark Zuckerberg. En la actualidad hay muchas personas que podrían dejarse atrapar por la venta de un producto virtual de vanguardia. Sin embargo, con lo que no contaba el señor Zuckerberg, es que hay un nuevo estrato en la sociedad, la gente que ya no se deja comprar virtualmente.
Comunicación "segura" para niños
Ante los escándalos, Facebook ha ido por el sector de la población más vulnerable, los Niños. El anuncio de Messenger para niños, fue la gota que derramó el vaso, para la red social. El servicio de mensajería está enfocado a usuarios entre los 6 y 12 años. Esta aplicación está directamente asociada a la cuenta de los padres.
Si hay adultos que no tienen suficiente responsabilidad en el uso de la app, porque deberían correr el riesgo de poner a un niño detrás de una aplicación de mensajería. Esto podría desencadenar otro tipo de problemáticas y poner en peligro al público infantil.