La información que publicamos y compartimos es una semblanza artificial de nuestra personalidad. Recomponemos nuestras perspectivas a raíz de todo lo que nos comparten, el video de alguna inclusión artística tal vez pueda cambiar nuestra forma de percibir el arte, el mensaje de voz podría transmitirnos alegría, desconsuelo o darnos una idea absoluta de lo que la palabra escrita no puede expresarnos en su contexto.

Las redes sociales cada día son más invasivas en nuestras vidas, en nuestra forma de comunicarnos entre nosotros y como el mundo advierte esta obsesiva compulsión por la presencia latente, de una corporalidad digital.

Un yo que sigue conectado, alimentándose de likes, y demás expresiones feisbuqueanas, que simplemente no puede despegarse del móvil para tener una simple y relajada platica de café.

Atención a la letra pequeña

La renovación en muchas compañías de las políticas de privacidad – tras el escándalo del uso indebido de información por parte de Cambridge Analytica – no es un una coincidencia. La nueva reglamentación entrará en vigor este 25 de mayo, por parte de la Unión Europea, estas leyes en protección de datos, dará a los usuarios nuevos derechos, y a las organizaciones competentes una multa si estas llegan a malversar con la información de las personas.

Hay nuevos parámetros en Facebook por ejemplo, ya que comenzó a pedir a sus usuarios autorizaciones tajantes, como reconocimiento facial en vídeos y fotografías, en Canadá y Europa.

De igual manera se les solicitará a los miembros de otras regiones, que pongan atención en su configuración en las siguientes semanas, ya que tendrán que revisar los controles de privacidad, y se necesitara de su permiso para que continúen utilizando algunas redes sociales.

No aceptes términos sin antes revisarlos

Muchas personas por falta de tiempo suelen pasarse la enormidad de contrato y clicar el acepto, sin pensar que mucha de su información pasa a terceros sin siquiera saberlo.

Las organizaciones tendrán que reformular estas condiciones para cumplir con la normatividad, sin que el usuario tenga que pasarse media vida leyéndolas, y que se pueda cumplir con lo pactado por ambas partes.

Si te llega a aparecer alguna de estas actualizaciones en las políticas de privacidad, debes revisar a detalle los apartados siguientes: Proveedores de datos – las personas deben ser precavidas con ciertos detalles, ya que otros pueden adquirir información personal, para que las empresas perfilen estos datos de formas imprevistas.

Datos de localización, en este apartado la Unión Europea definirá como información extrapersonal los sitios que el individuo llegue a visitar, esta información no podrá utilizarse para la identificación de personas – Propósitos y Destinatarios – en este apartado el usuario será informado sobre sus datos y que realizará dicha empresa con ellos, a quien los compartirá y con qué fin.