No nos damos cuenta; pero, el mundo está cambiando. Palabras como Internet, big data, robótica... se han convertido en algo habitual, popular y común. Pero, hace apenas 10 años, sólo una minoría de la población sabía lo que querían decir. Incluso, Internet, como lo conocemos, está cambiando de manera increíble, y ni los expertos saben lo que va a pasar en apenas cinco años.

Estamos a las puertas de lo que se conoce como blockchain, una tecnología que, hoy por hoy, está en pañales y que va a cambiar, completamente y para siempre, nuestra forma de ver la vida: drones, big data, inteligencia artificial y biotecnología.

Y, estamos ante la cuarta revolución industrial, que va mucho más rápido de lo que nos podríamos imaginar, en un primer momento. Pero, la pregunta que surge es: ¿será para mejor o será para peor? ¿Nuestra vida ganará calidad de vida o perderá?

Hay dos corrientes: la pesimista, que se basa en obras como 1984 o Matrix, que apuesta por una población empobrecida por la falta de trabajo y manipulada por el gobierno. Y, por otro lado, nos encontramos con la versión positiva, que considera que estaremos ante una sociedad mucho más abierta y en la que la información llegará a todos y en la que los robots se ocuparán de los empleos más horribles y menos cualificados.

Según el israelí Yuval Noah Harari, en su libro "Homo Deus: Una breve historia del mañana", nos encontraremos con un mundo de ciborgs y de mundo artificial, donde las grandes corporativas sabrán todo sobre las personas, ya que tendrán todo bajo control a través de la tecnología; y, en realidad, sólo unos pocos se verán beneficiados de todo esto.

El resto estará empobrecido por la falta de trabajo.

Carl Benedikt Frery, de la Universidad de Oxford, explicó que el 47% de los puestos de trabajo estarán en serio peligro de desaparación (aunque se vayan a crear 2,1 millones, desaparecerán 7,1 millones; lo que implica que 5 millones de personas no tendrán la posibilidad de conseguir un nuevo empleo). Y, cada vez hay más humanos sobre la tierra, sobre todo, en los países en subdesarrollo.

¿Qué crees que sucederá? ¿Estás a favor de la tendencia positiva o de la negativa?