Los materiales de construcción son los elementos empleados en la edificación de residencias, monumentos y obras públicas.
Los materiales de construcción más utilizados son las piedras, los aglomerantes, el hormigón, los cerámicos y otros como metales, madera, vidrio y materiales aislantes. La utilización de estos materiales exige el uso de herramientas y máquinas apropiadas.
Estos materiales se eligen de acuerdo con sus propiedades y el cometido que han de cumplir.
Cada uno de ellos tiene unas características propias (propiedades físicas), que le diferencian de los demás, y se comporta de forma diferente al ser sometido a fuerzas o condiciones externas en función de sus propiedades mecánicas.
Las propiedades físicas más importantes a la hora de elegir un material para la construcción son:
- La densidad o relación entre la masa y el volumen. Interviene en el comportamiento de la estructura, que debe soportar los esfuerzos debidos al peso de los materiales que la integran.
- La higroscopicidad. Capacidad de los materiales para absorber el agua. En construcción tienen gran importancia los materiales que permiten impermeabilizar determinadas partes de la edificación y evitar humedades.
- El coeficiente de dilatación. Propiedad de los materiales de aumentar o disminuir su volumen al aumentar o disminuir la temperatura. Es una propiedad muy importante, ya que la dilatación y la contracción de los elementos de construcciones con los cambios de temperatura pueden producir grietas en sus estructuras.
- La conductividad térmica. Facilidad con que un material permite el paso del calor. Hay materiales buenos conductores de calor o malos conductores de calor (aislantes térmicos). Los aislantes térmicos son de gran importancia para mantener estable la temperatura interior de los edificios.
El aspecto externo es una cualidad de gran importancia en los materiales que se emplean para elementos ornamentales.
Un ejemplo de esto es el mármol, que se emplea en construcción por su buen aspecto estético.