Habitualmente, vemos cómo muchos individuos (sobre todo jóvenes) no se despegan de sus ordenadores, Smartphones o tablets con los que interactúan a través de las diferentes Redes Sociales, sobre todo, Facebook o Twitter y cada día con más frecuencia, Instagram. Este hábito ha llegado a ser entendido como una de las grandes adicciones que amenazan el siglo XXI, perturbando las relaciones sociales concebidas generaciones atrás y repercutiendo en el rendimiento académico de sus usuarios más asiduos, ¿pero qué parecido guardan con otro tipo de dependencias más serias como las drogas?
Un estudio realizado en la Universidad de California constató que algunos sujetos con ansiedad causada por las redes sociales, poseen patrones cerebrales que guardan semejanza con las personas que consumen este tipo de sustancias tan peligrosas. Propusieron a una veintena de alumnos la identificación de una serie de imágenes. Como resultado, las más adictas a Facebook lograban responder más rápidamente a las relacionadas con la red social.
Estas personas además, tendían a identificar con mayor dificultad otro tipo de imágenes, sus cerebros parecían 'reprogramados' bajo una nueva configuración que los preparaba para procesar especialmente este tipo de información, lo que quedaba contrastado al comprobar el poder que ejercían en sus cerebros.
Ofir Turel, uno de los psicólogos encargados del estudio, quiso matizar las afirmaciones que se hicieron con respecto a la similitud de la drogadicción con este tipo de dependencia:
"Estas personas tienen la habilidad de controlar su comportamiento, pero no ven la motivación para hacerlo debido a que no ven que las consecuencias sean tan severas". Los estudios relacionados con la similitud que guardan las redes sociales y otras adicciones más tradicionales no son nada nuevo, durante años se han llevado a cabo en numerosas universidades de todo el mundo, llegando a afirmar que resulta más difícil evitar coger el móvil para acceder a sus apps que fumar un cigarrillo.