En el año 2007 Cataluña padeció una sequía tan severa que se tuvo que racionar el agua para usos no domésticos. Pero últimamente hay sequías en muchas partes del mundo, incluso en zonas que podríamos considerar que es imposible el caso. Cataluña al estar en la cuenca mediterránea es proclive a que suceda, aunque realmente un caso tan extremo nos habríamos de  remontar a la Baja Edad Media; también en otras partes de la riba mediterránea, del Estado Español como no se producen sequías cada vez más frecuentes.
El agua es el mineral más abundante de la corteza terrestre, como he comentado otras veces, por ese motivo la vida se sustenta en él, y en otras propiedades físico-químicas que lo hacen único, lo cual lo hace valiosísimo; aunque su abundancia lo relega a tener un valor residual. Brasil un país algo más pequeño que Europa, tiene un mosaico de climas aunque su posición en el Ecuador lo hace tener una selva tropical en la mayor parte de su territorio, aun así también hay desiertos. La población brasileña vive básicamente en la costa, con densidades altas, pero no tienen problemas de agua al estar tan cerca de una selva. Por lo menos hasta hoy, la región de Sao Paolo está padeciendo una sequía sin precedentes en la zona, la cual empieza a poner en problemas de abastecimiento la capital. Lo más alarmante es que la cultura de la zona con respecto al agua más una total despreocupación por la sequía, hacen que ésta se malgaste mientras las reservas continúan bajando.
Las causas de esta sequía son varias. Por una parte Brasil literalmente está deforestando su selva tropical, y esto se empieza a notar en el régimen pluviométrico. Pero hay algo más alarmante y de difícil solución que juega pero que nadie ve o quiere ver. Brasil hoy tiene 200 millones de habitantes pero en 1990 no llegaba a los 160 millones, esto es un 25% de incremento en solo dos décadas, y en ese tiempo las infraestructuras no tienen tiempo a adecuarse. Cómo tampoco lo tiene el clima, la población tanto brasilera como mundial crece exponencialmente pero la lluvia media anual del planeta no ha crecido en el último siglo como sería de esperar si el clima no cambiara.
J. S. Famiglietti et alt. han publicado en Nature ("The global groundwater crisis" 29/10/2014) un trabajo sobre el colapso de la las fuentes naturales de agua. Hoy no sólo padecen de sequía las zonas que tradicionalmente sus lluvias son irregulares y escasas, sino que zonas que nunca habían padecido este problema se enfrentan a él. Las causas que lo producen son diversas, como ya he mencionado, encontrándose entre ellas el Cambio Climático. Aunque el Cambio Climático como tal en muchos casos es más consecuencia que causa. Por el ejemplo el lago Chad desaparece como lo hace el Mar Aral, siendo ambos casos son fruto de la mano del hombre; la mejora de las técnicas en obtención y aprovechamiento del agua han mejorado los cultivos, con ello la esperanza de vida y acelerando el crecimiento demográfico. Ambos casos el agua de estos dos lagos ha pasado a formar parte de las personas, ganado y cosechas de la región; y sin la evaporación del agua de estos lagos no hay lluvias.
Él agua potable hoy es sólo un problema técnico en realidad. La cantidad de agua del planeta es siempre la misma (no es estrictamente verdad porque se incorpora a seres vivos y rocas), así que en los mares tenemos una fuente casi inagotable de agua para potabilizar. Pero esto es caro de energía para el sostenimiento humano, impensable para proveer de escasez hídrica la naturaleza. Sin naturaleza nosotros no podemos sobrevivir. Desalar agua es una opción, pero no la solución.