La tragedia golpeó a la comunidad de Ourense, Galicia. Un alumno del instituto de educación secundaria Julio Prieto Nespereira del barrio de O Vinteún murió al desplomarse una pared y hay otro herido.

La víctima cursaba tercer año de la ESO

La caída del muro que provocó la muerte del adolescente se produjo entre las 2 y las 2:30 horas de la tarde, justo a finales de los horarios de clase, por lo cual en las inmediaciones había muchos padres, que se enteraron casi inmediatamente del accidente.

El fallecido es un alumno de 13 años que cursaba el tercer año de la ESO, al igual que otro compañero.

Ambos quedaron sepultados cuando cedió el muro, pero uno de ellos no resistió el impacto y murió en el lugar, tal como informan las fuerzas que concurrieron a atender la emergencia: 112, Bomberos y Policía Local. También lo confirmó el concejal de Seguridad Ciudadana del Concello de Ourense, Telmo Ucha.

El muro se desmoronó sobre los jóvenes

En el momento del accidente, los alumnos del curso al que pertenecía el adolescente fallecido, habían terminado la clase de educación física y se encontraban en el área de los vestuarios, cuando la pared que los separa de las duchas se vino abajo sobre los jóvenes. Cuando llegaron los sanitarios de Emergencias tan solo pudieron certificar la muerte del joven, quien habría fallecido en el instante; del otro estudiante debieron ocuparse por lesiones en el tobillo.

También se ha tenido que movilizar un equipo de psicólogos para atender la situación de crisis de la familia del estudiante fallecido, amigos y padres de otros niños que vivieron la tragedia al instante en que se encontraban para recoger a sus hijos.

Los padres dicen que era conocido que había problemas de mantenimiento

Algunos padres, en medio de la conmoción, hablaron con los medios de prensa que se acercaron a cubrir los pormenores de la tragedia.

Tal es el caso de Ana Fernández, madre de un niño que asiste a otro instituto, pero que concurre al Julio Prieto Nespereira para entrenar. La mujer afirma que era sabido que había problemas de mantenimiento en el área de duchas y vestuarios.

Algunos alumnos también explicaron su vivencia dentro del centro educativo y afirmaron que el muro tenía graves deficiencias, que al tocarlo se movía y filtraba agua.

Lamentando el terrible destino de su compañero, consideraron que muchos “se salvaron de milagro”.

Sin embargo, desde el instituto negaron, al momento, algún tipo de información y de tener conocimiento de que peligraba la estabilidad de esa pared. Incluso, que las instalaciones eran utilizadas por otros centros y que ningún profesor había alertado sobre alguna situación irregular edilicia.

El caso se encuentra en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Orense y su titular ha ordenado el precintado de la zona para hacer un informe técnico. También se ha ordenado el levantamiento del cadáver del niño y su autopsia para determinar las causas de su muerte.