La conmoción ha sacudido a Portugal tras conocerse que la pequeña Jessica, una niña de tres años, ha sido torturada y asesinada. Según apuntan desde el país vecino, la menor habría sido secuestrada y antes de perder la vida habría recibido malos tratos. Todo a causa de una deuda de 400 euros por unos trabajos de brujería que tenía su madre. El terrible suceso ha provocado gran consternación en la sociedad portuguesa.
La menor habría estado secuestrada durante cinco días recibiendo todo tipo de malos tratos
Todo comenzó cuando la pequeña Jessica fue ingresada de urgencia a lo largo de esta semana en el hospital de Setúbal, una importante población situada muy cerca de la capital lisboeta.
La niña de tres años fue trasladada al centro hospitalario con una parada cardiorrespiratoria prácticamente irreversible, por lo que los médicos no pudieron más que certificar su fallecimiento a las pocas horas.
Es así que cuando se realizaron los correspondientes análisis forenses, la autopsia al cuerpo sin vida de la menor dictaminó que había sufrido malos tratos, así como signos de tortura como pueden ser todo tipo de hematomas y cabellos arrancados. La víctima habría estado presuntamente cinco días raptada y habría recibido presuntas agresiones hasta entrar en un cuadro agónico.
Tres detenidos por la muerte de la pequeña Jessica, entre ellas su criada
Tras conocerse la terrible muerte de la niña de tres años, las autoridades de Portugal iniciaron una investigación que, de momento, se ha saldado con la detención de tres personas este jueves: en primer lugar, la criada de la familia de la fallecida, de 50 años, su marido, de 52, y la hija que ambos tienen, de 27 años.
La pareja ha sido acusada de un delito de homicidio calificado, así como la hija se le ha imputado una presunta denegación de ayuda al no avisar de la presunta tortura y malos tratos a la menor que perdió la vida finalmente.
Un ajuste de cuentas por unos trabajos de brujería, el posible móvil del asesinato
Según apuntan desde el país vecino, la madre de la pequeña Jessica habría acudido a su criada para que llevara a cabo un "trabajo de brujería" del que no han transcendido más datos.
Todo para que esta mantuviera la relación sentimental que tenía con el padrastro de la niña fallecida. Es así que las autoridades portuguesas trabajan con la hipótesis de que se trata de un posible ajuste de cuentas, ya que la progenitora de la menor no habría pagado los 400 euros que la ama solicitaba por los servicios prestados.
En estos momentos la madre está siendo investigada, ya que los servicios sociales iban a retirarle la custodia. Mientras el caso sigue en manos de los agentes de Portugal, el suceso ha causado gran conmoción.