Los empleados de la planta de tratamiento de residuos de Alhendin, Granada, pasaron por la triste experiencia de encontrar un cadáver en una cinta transportadora a las 17 horas del miércoles. Más precisamente en la línea que filtra los envases plásticos. Inmediatamente, contactaron con el 112 y la policía activó los protocolos correspondientes.
La Guardia Civil investiga el caso para determinar la identidad del hombre
La Guardia Civil ya investiga el hallazgo del cuerpo que no tiene ninguna identificación ni documentación y se calcula que tiene unos cuarenta años de edad.
Tampoco presenta signos visibles de violencia que hagan pensar que fue asesinado y arrojado a un contenedor, tan solo los golpes lógicos por el recorrido durante el proceso de la planta de tratamiento de residuos.
Las huellas dactilares no figuran en las bases de datos policiales
Por el momento, se está trabajando en la identificación del cadáver, por lo que el Departamento de Medicina Legal está extrayendo muestras de ADN y se está procediendo a la autopsia, ya que el hombre tampoco figura entre la lista de personas con huellas dactilares ingresadas en bases de datos policiales.
La indumentaria del cadáver hace suponer que estaba ingresado en un hospital o residencia
Se estima que llevaba muerto una semana y el cadáver se encuentra en estado de descomposición.
La investigación apunta a tratar de conocer el camino que hizo ese cuerpo para llegar a la cinta de envases plásticos de la planta de Alhendin, que se encuentra en la carretera de Malahá.
El cadáver estaba vestido con una bata fina del estilo pijama que se usa en ambientes hospitalarios o residencias y calzaba botas de fútbol, por lo que podría deducirse que era una persona ingresada que habría escapado, incluso un indigente.
Otros trágicos hallazgos en la misma planta de reciclaje de residuos granadina
La planta de tratamientos de Alhendin ya registra otros dos sucesos de este tipo en su historia. El más reciente ocurrió en 2018 cuando encontraron un bebé dentro de una bolsa de basura. Se trataba de una niña que había nacido sana y tenía todavía el cordón umbilical sin pinza hospitalaria.
Tan solo presentaba un golpe en el cráneo, que fue el determinante de su muerte.
El triste hecho fue esclarecido, porque la policía logró dar con el paradero de la madre, quien afrontó un juicio por “asesinato con alevosía” y fue condenada a tres años de prisión. El padre y el abuelo del niño también fueron condenados por el delito de “abandono de menores”, con tres años de prisión e inhabilitación de ejercer la patria potestad mientras dure la pena.
El otro evento ocurrió en 2011, cuando se encontró el cadáver de una mujer de alrededor de entre 30 y 35 años.