No es el primer caso en el que se denuncia que una paciente se quita la vida en España al encontrar trabas o no tramitarse su petición de eutanasia. El último caso ha ocurrido en Zaragoza y la protagonista es Emilia, una anciana de 83 años que padecía una grave enfermedad que la obligaba a estar postrada en una cama.
Emilia se quitó la vida arrojándose por la ventana de su piso en un barrio de Zaragoza
Emilia decidió poner fin a su vida el pasado sábado en su domicilio del barrio de Las Fuentes, en Zaragoza. La anciana de 83 años, según han informado medios locales, se arrojó por la ventana de su piso tras no haberse tramitado su petición de eutanasia.
Así lo ha denunciado la asociación Derecho a Morir Dignamente en Aragón. Tal y como ha revelado esta plataforma en un conocido programa de radio, ni su médica ni los responsables del centro de salud al que la mujer de avanzada edad acudía gestionaron la solicitud.
La fallecida padecía una enfermedad congénita que la obligaba a estar en una cama
La anciana padecía una luxación de cadera congénita. Producto de la gravedad de la enfermedad se encontraba postrada en una cama. Por ello, presentó la solicitud para recibir la eutanasia en su centro de salud en Zaragoza, pero su médica de cabecera se negó a cogerlo, según ha asegurado Consuelo Miqueo (doctora jubilada y miembro de la asociación Derecho a Morir Dignamente).
La integrante de esta plataforma a favor de la Ley de Eutanasia afirma que la fallecida no podía soportar la "terrible situación" en la que se encontraba a causa de su enfermedad, que la mantenía en una cama en un piso sin ascensor, comenta Miqueo.
El centro de salud no tramitó la petición de eutanasia, según Consuelo Miqueo
Sin embargo, a pesar de que pidió acogerse a la Ley de Eutanasia el pasado mes de julio, nadie del centro de salud de Zaragoza que le correspondía tramitó la solicitud.
La asociación que ha denunciado el suceso insiste en que su médica de familia en primer lugar y luego otros responsables del centro de salud se negaron a atender su petición, obviando los procedimientos a tener en cuenta para acogerse a esta ley que fue aprobada durante el pasado verano.
Emilia, según el colectivo al que pertenecía, reunía los requisitos para acceder a la eutanasia y poner fin a sus padecimientos y que los profesionales no conocían la legislación y tampoco pusieron de su parte para comprender a la anciana.
Asimismo desde el Gobierno de Aragón apuntan a que la fallecida de 83 años estaba buscando un segundo médico que sí llevara a cabo su petición y que, tras conocer lo sucedido, desde el Departamento de Sanidad van a prestar mayor atención para que una situación similar no se vuelva a repetir.