El imputado por el asesinato de Álex, un niño de 9 años en Lardero, La Rioja, Francisco Javier Almeida, ha hecho por escrito una única petición el pasado domingo: hablar con el sacerdote de la cárcel de Logroño, donde se encuentra detenido.

Esto ocurrió al tiempo que la jueza que lo investiga había pedido analizar una huella en la escena del crimen de una mujer, víctima de otro crimen también en Logroño en 2020. Si bien los investigadores advirtieron que no se trabajaba en la hipótesis de que Almeida estuviera vinculado a la muerte de esa mujer, la jueza consideró oportuno el análisis.

Almeida no estaría vinculado a la muerte de una mujer en 2020

Fuentes policiales ya informaron que, efectivamente, la huella no pertenece al imputado por el asesinato del niño de Lardero, lo cual es una buena noticia para Almeida.

Francisco Javier Almeida fue encontrado por la Guardia Civil con el niño en brazos el pasado jueves y desde que entró en la cárcel no ha pronunciado palabra ni ha colaborado con la investigación. El hombre se encuentra en una celda de aislamiento del tipo de “control directo” ya que por su estado psicológico se le ha debido aplicar el protocolo antisuicidios.

El imputado por el asesinato de Lardero no colabora

Además, a Almeida se le ha asignado un preso de apoyo o “preso sombra”, esto es, una persona que lo acompaña y lo observa todo el tiempo con el fin de evitar que el hombre cometa algún atentado contra sí mismo o se autolesione.

Como por protocolo sanitario debe pasar una cuarentena de diez días, su celda es una especie de habitáculo de cristal para que el vigilador asignado no pierda los movimientos de Almeida.

El imputado, al momento no ha pronunciado palabra y su actitud es retraída. Su única relación con el medio ha sido su solicitud, por escrito, de la visita del sacerdote.

Por lo demás, evita la presencia de funcionarios y su comportamiento es, según fuentes del presidio, “disciplinado y educado”.

Para la familia de Álex, el crimen se podía haber evitado

La familia del pequeño Álex en medio del profundo dolor no puede comprender por qué Francisco Javier Almeida se encontraba libre si su condena terminaba al menos en 2023.

El hombre purgaba penas por asesinato y agresiones sexuales, pero la Reforma del Código Penal de 2015 introdujo al figura de “prisión permanente revisable” para este tipo de delincuentes. Almeida estaba libre desde el 8 de abril de 2020 y cumplía meticulosamente con el seguimiento y controles judiciales que monitoreaban su conducta de manera presencial y telefónica. Hasta el momento que fue encontrado con el niño en brazos en Lardero. Mientras se espera el resultado de la autopsia del pequeño, la familia insiste en que el crimen podría haberse evitado y el imputado pide hablar con un cura.