Estos últimos días se ha conocido el caso de una indigente del estado de Oregón, Catherine Boone, recientemente fallecida por una complicación respiratoria, que era la propietaria de una millonaria herencia desde 2016 que falleció Patricia Lupton, su madre, la cual le dejó el legado de 884.000 dólares de los cuales jamás supo que era la poseedora y que le hubieran cambiado la vida y probablemente el triste final muriendo entre pobreza y miserias.
El fallecimiento de su madre la llevó a rendirse a las adicciones y a vivir en la calle
Catherine Boone, de padres separados, perdió a su madre en el año 2016, y este hecho la llevó a consumir estupefacientes y a acabar viviendo en las calles, sin saber que era la heredera de una gran fortuna, que jamás llegó a reclamar.
Su padre Jack Spithill, también cree que su hija tenía problemas de salud mental, y esto junto a sus adicciones hicieron que acabara su vida enferma y viviendo como una indigente ajena a su verdadero destino de ser una Mujer multimillonaria poseedora de millones de dólares.
La indigente no sabía que en realidad era millonaria
La mujer, que vivía en las calles como indigente desde el fallecimiento de su madre, vivió en situaciones extremas y pasó todo tiempo de temporales y adversidades hasta acabar muriendo en verdadera miseria sin ser consciente que podría haber vivido entre lujos al ser heredera de una gran fortuna, nada más ni menos que unos 884.000 dólares que le pertenecían y los cuales jamás pudo disfrutar ya que era desconocedora de su herencia y con solo 49 años murió en las calles con problemas respiratorios.
Posiblemente su vida hubiera sido muy diferente de ser consciente de su verdadero destino el cual la hubiera sacado de la calle.
Un investigador privado la estuvo buscando para que Catherine cobrara su millonaria herencia
Lo más sorprendente de todo, es que incluso hubo un investigador privado que se estuvo dedicando a buscar a la indigente para que cobrara su herencia, los esfuerzos del detective fueron en vano y al no poder encontrarla en julio de 2019 el estado de Oregón (Estados Unidos) adjudicó su fortuna al Departamento de Tierras del Estado, que custodiaba el dinero hasta que fuera reclamado, y que tras la muerte de Catherine seguirá quedándose el dinero hasta que encuentren a otro heredero.
Su padre Jack Spithill, lamenta mucho que su hija tuviera este triste final que bien podría haber cambiado si hubiera utilizado su dinero para poder salir de su vida como vagabunda y probablemente no hubiera llegado a tener este triste final, en el que sus adicciones junto a su salud mental y su vida de indigente en las calles acabaron con su vida.