Beatriz Zimmermann es una madre devastada, sumergida en un dolor que ya no tendrá fin desde el día que Tomás Gimeno, su expareja, se llevó a Anna y Olivia, dando inicio a una búsqueda contrarreloj de minutos infinitos. En esa búsqueda había una esperanza de que aparecieran con vida, que Gimeno haya huido con ellas a otro país, a otro continente, mientras España se movilizaba para dar con el paradero de las niñas.
El hallazgo de Olivia derribó las esperanzas de encontrar vivas a las niñas
El peor de los escenarios se confirmó con el hallazgo, a cientos de metros de profundidad en el mar de Tenerife, del cuerpo de Olivia, la niña mayor.
La búsqueda continúa por los restos de Anna porque los investigadores ya tienen la certeza del filicidio de las dos niñas. Beatriz Zimmerman, desde el inicio, ha utilizado las redes sociales para enviar mensajes que enternecieran el corazón de Tomás Gimeno, para agradecer a la gente la compañía y el cariño, para pedir, para llorar.
Tres días atrás, desde la cuenta de Instagram que publica los pensamientos de la madre de Anna y Olivia, se pidió prender velas blancas para que “aparezca Anna para poder despedirnos de ella junto a su hermana y sobre todo que aparezca Tomás para que Beatriz pueda descansar” y de esta manera, “cerrar el círculo y encontrar paz”. En esa misma cuenta se publicó una carta de agradecimiento a la tripulación del buque oceanográfico Ángeles Alvariño.
Un funeral público para visibilizar la violencia de género y vicaria
Beatriz Zimmerman, mientras reza para que Anna aparezca, está ideando ahora una misa funeral para sus dos hijas con el firme propósito de que la muerte de las niñas no haya sido en vano y que tome alcance nacional: una despedida pública para que el acto sea considerado una manifestación contra la Violencia de género y visualizar la violencia vicaria: “una despedida que deseábamos hacer pública para agradecer a la sociedad y a los medios de comunicación su cariño y apoyo en este tiempo”.
La desesperada madre siempre pensó a sus dos niñas juntas e idealiza a Olivia, de seis años, como quien cuida a Anna y quiere el funeral conjunto, según manifestó Joaquín Amills, presidente de la organización SOS Desaparecidos, que oficia de portavoz de la familia, para que “las pequeñas sean un presente y un futuro”.
Encontrar a Tomás Gimeno para no sumar dolor y horror
El funeral de Anna y Olivia Gimeno, mientras continúan las labores de búsqueda de Anna, estaba programado para la semana próxima, pero a causa de las nuevas restricciones por la pandemia se ha pospuesto. Tenerife el próximo sábado 26 de junio entra en alerta sanitaria número tres, lo que imposibilita el acto. Por lo cual, la familia ha decidido “aplazar esta misa funeral hasta que se pueda celebrar la despedida de las niñas sin ningún riesgo para la salud de quienes quieran compartir con nosotros ese duro momento”.
La búsqueda de Tomás Gimeno continúa por la necesidad de encontrar al filicida: “sería ello un dolor, angustia y horror añadido, en este caso a la víctima que es Beatriz Zimmerman, la remota idea de que semejante monstruo siga con vida”.