Ayer domingo 30 de mayo a las 15.00 de la tarde, el buque oceanográfico con sonar y robot, comenzó sus trabajos para rastrear el fondo marino frente a las costas de Tenerife en búsqueda de Anna y Olivia, las niñas de 1 y 6 años que llevan más de un mes desaparecidas.

El buque oceanográfico Ángeles Alvariño llega por fin a Tenerife

Tras un viaje accidentado a causa del mal tiempo, el personal del barco tuvo durante la mañana de ayer una reunión con los investigadores de la Guardia Civil que se encargan de la desaparición de las dos niñas, en lo que se supone un secuestro parental, desgraciadamente con final incierto.

A bordo del buque, además de un sónar de la máxima potencia, viaja el robot submarino no tripulado Liropus, capaz de maniobrar hasta 2.000 metros de profundidad y que ya fue utilizado para observar el volcán submarino Tagoro, frente a la isla de El Hierro.

Gracias a esta importante tecnología, se podrá rastrear el fondo marino en un área delimitada frente a la costa de Tenerife, marcada gracias al geoposicionamiento del teléfono móvil del padre de las niñas Tomás Gimeno en la madrugada del 28 de abril, fecha en que desapareció junto con sus hijas.

La posición se obtuvo al hacer un duplicado de la tarjeta del dispositivo.

Se inicia una nueva fase en la búsqueda de Anna y Olivia

Concretamente a una milla náutica del puerto de Güímar se encontró la lancha de Tomás Gimeno a la deriva y sin el ancla y ahí se centran las sospechas de la Guardia Civil, ya que se le vio subir al barco con grandes bolsas, pero en ningún momento se vio a las niñas.

Primero actuará el sónar para radiografiar el fondo y ver si puede identificar un objeto extraño, si eso sucediese sería el robot el encargado de bajar a lugar señalado y subirlo a la superficie para su identificación. El sónar de barrido lateral permitirá analizar el fondo marino y el sumergible tripulado a distancia Liropus, enviará imágenes en directo y podrá recoger muestras.

El Liropus español es una de las 22 unidades fabricadas actualmente operativas en todo el mundo. Cuenta con 6 motores y tiene un brazo robótico que incorpora 6 cámaras, más una que le permite ver incluso en situaciones de escasa visibilidad

La directora de la Guardia Civil, fue la encargada de anunciar la incorporación de estos valiosos elementos que podrían permitir, por lo menos, descartar la peor de las hipótesis, que las pequeñas y el ancla estuviesen juntas. María Gámez fue contundente al afirmar que la búsqueda: ‘no se para’.

La incorporación de esta potente tecnología puede ser clave para o bien encontrar a las pequeñas o bien descartar el peor de los desenlaces y así poder seguir la búsqueda en los demás escenarios que se barajan.