Aumentan los medios para intentar conocer el paradero de Anna y Olivia y de su padre, Tomás Gimeno. Mientras que ya se encuentra desde esta mañana el buque oceanográfico rastreando las profundidades marinas cercanas a Tenerife, también prosiguen las investigaciones de la Guardia Civil, en este caso, en la embarcación que se encontró a la deriva. Y en estos análisis se ha podido saber un detalle que puede ser importante para las tareas de búsqueda de los tres desaparecidos.
La Guardia Civil ha descubierto que Tomás Gimeno llenó el depósito de la lancha con 150 litros
Se ha podido saber que los investigadores, en el registro de la lancha que usó Tomás Gimeno antes de desaparecer, se analizó el depósito de gasolina de la embarcación. Con este detalle se puede hacer una idea de la zona a la que el padre de Anna y Olivia pretendía ir tras abandonar la isla de Tenerife por mar.
Es así que la Guardia Civil habría descubierto que este habría utilizado unos 150 litros de combustible y que, a partir de esta cantidad, se puede diseñar un diámetro en torno a las islas Canarias para reconstruir cuáles serían los posibles destinos a los que pretendería llegar.
Con esta cantidad hallada en la embarcación de Tomás Gimeno, la Guardia Civil, según apunta el criminólogo Nacho Abad en la colaboración que hace cada fin de semana en COPE, se puede determinar que el diámetro de búsqueda puede ser más pequeño de lo que se pensaba en un comienzo.
Una zona que puede limitarse a los alrededores de Tenerife o islas cercanas de Canarias. Este error de cálculo del padre de Anna y Olivia puede ser una pista relevante en lo que se refiere a los rastreos del buque que lleva incorporado un submarino no tripulado con un sónar.
La embarcación del padre de Anna y Olivia, clave para encontrar pistas sobre sus intenciones
La lancha de Tomás Gimeno se ha convertido en uno de los detalles que puede dar pistas sobre cuáles eran sus intenciones. Se sabe que las cámaras de la Marina de Tenerife le detectaron en dos ocasiones entrando y saliendo con su embarcación de madrugada.
En su primera aparición, se le vio cargando bolsas y maletas para adentrarse en el mar. Sin embargo, después regresó al puerto y la Guardia Civil lo interceptó por saltarse el toque de queda. Aun así, en su segunda aparición ya no se supo más de él y se encontró la lancha a la deriva y vacía.
Anna y Olivia podrían tener cambios físicos si se alarga su desaparición, según Nacho Abad
Por su parte, en palabras de Nacho Abad, también cabe la posibilidad de que, dentro de las desapariciones infantiles, hay un factor que debe ser tenido en cuenta: los cambios físicos en los desaparecidos. Si bien se difunden unas imágenes concretas de las niñas desaparecidas de Tenerife, si el paradero desconocido se alarga durante mucho tiempo, estas pueden cambiar de aspecto y, por tanto, complicar su identificación.
Sin embargo, el investigador mantiene la esperanza de que las pequeñas vuelvan a aparecer sanas y salvas, remitiéndose a casos como el de Natacha Kampusch, que tras años desaparecida, consiguió zafarse de su secuestrador y demostró que continuaba viva.