De nuevo, el Coronavirus es noticia aunque la historia parece inverosímil. Los medios de comunicación se han hecho eco de una noticia surrealista. La historia se desarrolla en la residencia de mayores de San Bartolomeu, en la pequeña localidad de Xove, provincia de Lugo.

La protagonista contagiada de coronavirus vivía con su marido en un centro de mayores

Todo se remonta a diciembre del pasado 2020, cuando la residencia de mayores sufrió un brote de coronavirus provocando que 14 ancianos residentes en este centro gallego fueran trasladados a otra residencia en la localidad de Pereiro de Aguiar en Ourense para evitar el contagio por COVID-19 entre el resto de mayores residentes en San Bartolomeu.

Rogelia Blanco, la protagonista de este suceso, vivía junto a su marido Ramón en la residencia de San Bartolomeu siendo una de las afectadas por dar positivo en coronavirus. Rogelia junto a Concepción Arias, otras de las afectadas, fueron trasladadas en una ambulancia al Centro de mayores de Pereiro de Aguiar.

La ambulancia en la que viajaban sufrió un accidente durante su traslado, aunque, afortunadamente, ambas pudieron llegar a su destino. Desde esa fecha, casi a finales de 2020, las ancianas estuvieron ingresadas en la residencia de Os Gozos de Pereiro de Aguiar, gestionada por la Fundación San Rosendo ,donde se había habilitado un espacio para tratar a los ancianos contagiados por coronavirus.

Se comunicó el fallecimiento por coronavirus de Rogelia

Las dos ancianas, Rogelia y Concepción, esta última conocida como 'Conchita', compartieron habitación durante su estancia en la residencia aunque para Rogelia, la gran protagonista, su final fue completamente distinto e inesperado. La Fundación San Rosendo comunicaba el pasado 13 de enero a los familiares y a su marido Ramón el fallecimiento de Rogelia.

Nadie podría imaginar que esta mujer no estaba muerta, ya que según informó un medio gallego, una mujer de 85 años de nombre Rogelia, era una de las miles de víctimas que el coronavirus había dejado durante la tercera ola en España. El marido de la anciana esperaba a su mujer en la residencia de Xove, ya que él no se contagió por COVID-19.

Debido a los protocolos que se han establecido a raíz del coronavirus, los familiares de Rogelia Blanco no pudieron ver el cuerpo de la anciana antes de su entierro.

De muerte por coronavirus a la vida

Recientemente, la sorpresa y, seguramente, la alegría para sus familiares tardará tiempo en olvidar. Rogelia volvía a su residencia sana y salva de coronavirus ante la perplejidad de los trabajadores del centro y de su marido que al ver a Rogelia entró en estado de 'shock'. Diez días antes se había comunicado su fallecimiento por lo que la reaparición de Rogelia fue, sin duda, toda una 'aparición' para los allí presentes. Todo se debió, según cuentan, a un error burocrático de identificación que dio por muerta a esta mujer que al tener sus facultades deterioradas no se dio cuenta del error.