Una niña de doce años, que lleva años sufriendo abusos sexuales de un familiar lejano, ha puesto una cámara oculta en su habitación para mostrarle los tocamientos a sus padres, que antes del vídeo no la creían. Este suceso ha ocurrido en Moron (Argentina), donde la joven de doce años consiguió grabar a su familiar sin que se diera cuenta.

El vídeo fue grabado a raíz de que los padres no creyeron en ningún momento a su hija o a la gente que también les advirtieron (por ejemplo una madre de su amiga, o incluso el colegio).

Años de pesadillas

La menor ha pasado años siendo acosada sexualmente, anteriormente la niña ya se lo había contado a sus padres, pero ellos nunca le han creído hasta que vieron el vídeo.

Todo ocurrió en la habitación de la pequeña donde se pueden ver los tocamientos.

Se cree que llevaba desde los seis años

La primera vez que se lo contó a sus padres estos no le creyeron. Al no creerle, contó a su amiga lo que le hacía mientras estaba dormida y cuando se despertaba estaba el hombre allí... Al parecer, el señor que tocaba a la niña era su tío (así es como la menor le llamaba).

La madre de su amiga también fue a hablar con los padres de la menor, ya que los audios que la niña le mandó a su amiga eran muy preocupantes, ya que le explicaba lo que le hacia y se los mostró, a lo que la menor confesó que era cierto, pero por desgracia los padres seguían sin creerle.

Aún así los progenitores la llevaron al psicólogo y esparcieron las visitas de su tío, pero no fue hasta después de ver el vídeo, al fin es cuando decidieron actuar alejando a la menor del familiar y poniendo una denuncia.

No fue hasta que en una "charla de clase sobre la Educación Sexual" donde contó en clase delante de sus compañeros y a quién estaba de responsable de ella todo lo que le pasaba y en la escuela rápidamente actuaron, pero incluso en ese momento sus padres tampoco la creyeron.

El hombre está en busca y captura

La pequeña niña consiguió grabarlo (aprovechando una reunión familiar y con la excusa de enseñarle una reforma): le llevó a su habitación donde estaban las cámaras y se pudieron grabar los abusos.

Pero cuando le avisó de que había cámaras grabando no dudó en apretar el cuello a la menor para que se lo tomara como una advertencia o amenaza y luego irse.

El posible agresor se llama Leandro M. de cuarenta y tres años, marido de una prima del padre de la víctima, trabaja como gerente en una empresa dedicada al "rubro de pigmentos".

Parece ser que todavía se le está buscando desde el diez de enero que es cuando se autorizó la orden de búsqueda. Lleva en paradero desconocido más de dos semanas. El padre de la niña dice que ahora se sabe que no usa un teléfono y tampoco aparece en cámaras de pasaje, evidentemente está bien asesorado. El acusado habría dicho que se iba a ir de viaje, pero al ir a casa de él se dieron cuenta que la puerta trasera estaba abierta

Las pruebas que tienen

La pequeña no solo tiene la grabación, también los audios que mandó a su amiga y el aviso que dio el colegio, más otras pruebas para poder culpar al hombre.