En un ambiente festivo se desarrolló la feria de Valladolid. No podía faltar el encuentro en la arena de los mejores toreros de la región y del país. El paseo de la Zorrilla se vistió de gala para recibir a Juan José Padilla, quien ofreció un espectáculo de calidad. Desafortunadamente, este se vio opacado por momentos realmente angustiantes cuando en la segunda entrada un toro lo levantó por el chaleco a una altura superior a la del pecho. Muchos espectadores gritaron al unísono al ser testigos de la terrible imagen.

El animal le había destrozado la taleguilla pero Padilla se levantó de inmediato con su imponente pañuelo negro.

Más tarde, volvió a la arena para un tercer y último encuentro, pero esta vez vestía unos pantalones vaqueros, que no le impidieron marcar el tercer encuentro con excelentes resultados. Luego y de manera imponente, se puso de rodilla frente a su rival demostrándole al público presente que había podido domar a la bestia y que a pesar del encontronazo salió completamente ileso.

Padilla, orgulloso pasea con una oreja en mano

Pero las emociones explotaron cuando todos el público de la arena se alzó justo antes de que Padilla enterrara el espadazo. No hay palabras para describir el momento en que Juan paseaba con una oreja en su mano mientras le tiraban flores y hasta un gallo. Sin lugar a dudas, la suerte estuvo de su lado.

Fue realmente un milagro lo que se vivió en Valladolid. Muchos testigos que se encontraban en la plaza de toros expresaron su sorpresa de cómo un toro de gran fuerza no le había propinado ninguna herida a Padilla.

Un gran espectáculo

Pero Padilla no fue el único que se encontraba en el Paseo de la Zorrilla, otros toreros ofrecieron una función incomparable.

Se presentó Antonio Ferrera quien toreó a la Verónica. Aunque le dio un poco de guerra, ejecutó movimientos estratégicos que le permitieron adornar a su oponente y pudo matarlo en el quinto encuentro para finalmente exponerse como el triunfador de la arena.

También se presentó el Fandi, quien se vio un poco temeroso al principio.

De hecho, fue una de las corridas más largas del evento. Un encuentro que duró casi el doble de los anteriores pero los resultados fueron excelentes. No cabe duda de que los amantes de las corridas de toros se dieron un gran banquete en la feria de Valladolid al deleitarse con los mejores exponentes. Además, compartieron momentos únicos e irrepetibles junto a sus toreros preferidos.