Una anciana de 98 llamada Eulalia, después de haber permanecido en un hospital recluida por presentar una lesión posterior a una caída, regresó a su hogar y no pudo entrar al interior de la vivienda, porque la habían cambiado la cerradura. La señora ha vivido toda su vida en esa casa y ahora el exnovio de una de sus nietas se adueñó del piso.El invasor no quiere salir de la casa y alega que es suya y que no saldrá a menos que un juez lo ordene.
Los familiares de la anciana declaran que los peor que le puede pasar a alguien es que después de que se les ayuda te hagan esto.
También acusan al hombre de 40 años que está ocupando la casa de agredir a la anciana.
El principio de martirio
Todo inicio cuando el ahora invasor fue detenido por 48 horas, porque fue denunciado por la nieta de la anciana por maltrato. Luego de estar en libertad, acudió a la casa de la abuela a decirle que le dejara quedarse, mientras encontraba a donde mudarse y la anciana le permitió quedarse.
El que se apoderó de la vivienda de la señora Eulalia, era su inquilino que años atrás se había quedado sin vivienda y la anciana lo recogió. Pero ahora el invasor no les abre la casa a los familiares, hijas y nietas de la señora, que desean recoger las pertenencias y documentos de Eulalia, ya que la abuela solo posee los vestidos que se llevó al hospital.
El piso ocupado está en Navacerrada.
En una oportunidad, los familiares, en específico una de las hijas, logró entrar a la vivienda y el invasor la amenazó con un cuchillo. Los familiares de Eulalia denunciaron a situación ante la Guardia Civil, pero en lugar de recibir apoyo, les dijeron que no podían entrar a la casa y que si entraban las podían detener.
Los familiares acusan al invasor de robar y maltratar a la anciana
Los familiares recibieron llamadas del banco, donde la anciana tenía su dinero y les informaron que los había retirado, ya que el invasor acudía con la anciana al banco a retirar el dinero.
Los familiares informaron que le ha sacado todo lo que tenía y está acusando al hombre de robar 12.000 euros.
Además, sus allegados tienen la sospecha de que las lesiones sufridas por la abuela no fueron accidentales, ya que la señora Eulalia se valía por sí misma y no padecía de ninguna dolencia.
El ocupa del piso de la anciana mantiene que vivía allí cuidándola a cambio de techo. Reconoce que cambió la cerradura, pero dice que la cambio, porque entraron a robar a la vivienda. El ocupa del piso de la anciana, dice que las acusaciones de la familia de la señora son mentiras. Este caso ha ocasionado indignación en la sociedad española