El pasado 20 de marzo, Getafe fue escenario de un nuevo y atroz crimen en el que se han perdido las vidas de 2 niños, Alejandro, de 13 años y con parálisis cerebral y su hermana Marina de 8 años. Quien acabó con sus vidas fue presuntamente su propio padre, José Alberto Gálvez López de 46 años de edad,e inmediatamente después,suicidarse arrojándose a las vías del tren donde fue atropellado.

Cronología de la tragedia

A las 20:15 alguien se dio cuenta de que se había detectado un incendio en la casa y dio la alarma. Cuando los bomberos llegaron y empezaron a evaluar la situación desde el exterior, llegó la madre de los niños, Raquel, que no se encontraba en casa en el momento de incendio.

Ella misma abrió la puerta a los bomberos con sus llaves. Los bomberos lograron apagar el incendio con rapidez, ya que al parecer no era muy potente. Por desgracia, fue demasiado tarde para salvar la vida de los niños a los que se encontró encerrados en una habitación ya fallecidos.

A las 20:30 fue cuando el padre de los niños presuntamente se arrojó a las vías delante de un tren en la estación de Getafe Industrial ,que se encuentra a 2 km de su casa y fue arrollado por éste quitándose así la vida. La madre de los niños tuvo que ser atendida de urgencia por el Summa ya que sufrió una grave crisis de ansiedad. Aún está conmocionada por los hechos y no se le ha podido tomar declaración a causa del fuerte shock sufrido.

La policía está espera los resultados de la autopsia para esclarecer si los niños murieron a consecuencia del fuego o fueron asesinados antes de que su padre lo provocase.El ayuntamiento de Getafe ha decretado 3 días de luto oficial en apoyo de la familia. La opinión pública está sobrecogida entre el horror y la incredulidad de tan brutales muertes aún por esclarecer.

La rabia se desata en Twitter y Facebook

Con los ánimos aún caldeados tras el reciente crimen de Gabriel, este nuevo caso ha echado más leña al fuego en el controvertido tema de si la prisión permanente es una medida realmente eficaz contra este tipo de delitos.

Otro foco de indignación es sobre la presunta tibieza de los medios al respecto de relatar lo ocurrido en esta ocasión por relatar los hechos con excesivo tacto.

También podría achacarse a la presunción de inocencia, por la cual hay que tener precaución a la hora de escribir en casos como estos.

Por último, hay quien ve en todo esto un intento de vanalizar el crimen sólo porque los padres de los niños estaban en tramites de separación, tildándolo simplemente de crimen machista por temor a llamar a las cosas por su nombre.