En las informaciones realizadas por los medios de comunicación españoles sobre la presunta asesina de niño almeriense Gabriel Cruz ha predominado el aspecto morboso del hecho que la realidad de los datos contrastados. En especial, las televisiones que no ha mostrado ningún rigor en las conexiones con el lugar del delito. Hasta el punto de obviar algunos aspectos muy interesantes sobre el perfil de la dominicana Ana Julia Quezada.

Uno de los primeros datos que han pasado completamente desapercibidos para las televisiones públicas y privadas es que la presunta infanticida ejerció la prostitución a los pocos meses de recabar su residencia en Burgos.

Ciudad castellana en donde consiguió uno de sus deseos más anhelados. No fue otro que contraer matrimonio con un hombre mucho mayor que la mujer procedente de la República Dominicana. Hasta el punto de ser la beneficiaria de su herencia al poco de fallecer su vetusto marido.

Una mujer que se ha movido siempre por la pasta

Por otra parte, algunos de los testimonios de su estancia en Burgos la consideran como “la típica mujer que se mueve por el dinero”. También ha salido a relucir que en este período de su vida, un niño al que cuidaba se precipitó por una ventana y falleció al instante. Aunque el suceso se archivase para que ahora se reabra de nuevo. Incluso se ha puesto de manifiesto que esta niña era su propia hija.

Al igual que su afán de protagonismo le llevó a que se quedase en exclusividad un bar de copas que puso en marcha con su ex pareja. Para finalmente poner el local, con el nombre de “Black”, a su nombre tras llevar a la ruina a la que fue su relación sentimental. Para llevarlo en solitario y deshacer el negocio el pasado mes de septiembre.

Con una clara tendencia izquierdista en sus ideas políticas

También llama la atención su actividad política en los sucesos que se desarrollaron en el barrio burgalés de El Gamonal. En donde simpatizó con los movimientos políticos de extrema izquierda de esta localidad castellano-leonesa, tal y como quedan reflejados en algunos comentarios que difundió por las redes sociales.

En este sentido, el padre del infortunado niño ha sido un destacado militante de Podemos en Andalucía.

Otro parte del perfil de Ana Julia Quezada que no ha sido publicado por los medios de comunicación ha sido su rotunda oposición a las corridas de toros, al pasar como una ferviente defensora de los animales. También se ha puesto de manifiesto de volver a su tierra, la República Dominicana, y que el niño de su pareja era el principal obstáculo para sus macabros deseos.