Un ertzaina es la víctima de los duros disturbios que acontecieron en Bilbao entre los radicales del Spartak de Moscú y el Athletic. Cayó fulminado como consecuencia de un infarto de miocardio mientras trataba de apaciguar la Violencia de ambas aficiones que se desarrollaron en pleno centro de la ciudad. El agente de los cuerpos de seguridad de la policía vasca se llamaba Inocencio Arias García, de 50 años, siendo natural de la localidad vizcaína de Ermua.
Los servicios de sanidad intentaron reanimarle tras el suceso, pero ya era demasiado tarde ya que los médicos certificaron su fallecimiento.
Como consecuencia de un escenario de especial violencia y que fue a más a medida que llegaba la hora del partido en el nuevo estadio de San Mamés, donde se jugaban su pase a los cuartos de final de Europa League el Spartak de Moscú y el Athletic de Bilbao. En este sentido, ya se habían advertido de los duros enfrentamientos en los seguidores radicales de ambos clubes de fútbol.
La policía vasca había desplegado una vigilancia especial para el partido
Hasta el punto de que la policía autonómica vasca había preparado un despliegue de grandes proporciones para evitar que los sucesos pudiesen ir a más debido al encono que han mostrado rusos y bilbaínos en el partido de ida de esta eliminatoria. No en vano, los aficionados del Spartak de Moscú pasan por ser uno de los más violentos del continente europeo.
Son conocidos por haber provocado diferentes incidentes durante sus desplazamientos por los campos europeos. Pero nunca se había producido un desenlace como el que ha ocurrido anoche en pleno centro de Bilbao. De poco han servido las medidas preventivas tomadas las fuerzas de seguridad del gobierno vasco.
Guerra urbana en pleno centro de la ciudad
Bilbao fue el centro de una guerra urbana que sorprendió a los habitantes de la villa. Desde primeras de tarde los enfrentamientos fueron en aumento, con peleas físicas entre miembros de las dos aficiones. El escenario urbano no era el habitual ya que los contenedores de basura eran volcados con especial violencia, incluso alguno de ellos completamente incendiados.
Mientras el pánico era el denominador común de las personas que estaban muy cerca del lugar de los incidentes. Con personas corriendo para buscar algún cobijo con el protegerse de alguna incidencia corporal.
Algunos bares y restaurantes del entorno no tuvieron más remedio que cerrar sus puertas para no verse involucrados en estas salvajes peleas que de nuevo han tenido como principal protagonista el mundo del fútbol. De poco interés ha sido el resultado de este partido de la competición europea. No interesaba a los aficionados pacíficos que asistían al encuentro.