Los vecinos de Segovia no se lo podían creer. A primeros horas de la tarde de ayer aparecía un ataúd de madera junto a un contenedor muy cerca del conocido Acueducto de Segovia. Parecía una escena surrealista de la que no se sabía cuál era su motivo. Hasta el punto de que unos vecinos de la zona comprobaron que el féretro estaba vacío, sin ningún cuerpo en su interior. Fue el momento en que se dispararon toda clase de rumores, algunos de ellos muy macabros. Como que pudiese ser utilizado por alguna persona como refugio ante la intensa nevada que ha sido objeto la capital castellana.
Incluso se trató de comprobar si en el ataúd se había ubicado algún cuerpo humano. Se vivieron unos minutos que solamente pueden calificarse como tragicómicos y más relacionados con una película de Luis García Berlanga que de otra cosa. Aunque al final se despejó este misterioso enigma para tranquilidad de los muchos segovianos que se quedaron atónitos ante este hecho tan poco frecuente.
Mobiliario para la fiesta de Halloween
Pues resultó que al ataúd aparecido en la populosa calle de Ochoa Ondátegui procedía nada menos de un local muy cercano al lugar del suceso. En donde durante estas fiestas navideñas se desarrolló una fiesta que requirió de este elemento de decoración al tener como punto de referencia a la fiesta de Halloween.
Pero los responsables, ni cortos ni perezosos, en vez de depositar el féretro en unas instalaciones de recogida adecuadas, lo abandonaron en el contenedor de basura más próximo al local. Con el consiguiente efecto que tuvo entre la población segoviana, que en algunos casos ni se podía creer. Parecía demasiado real como para que fuese verdad.
Numerosas llamadas a la policía local
En Segovia ya nadie hablaba de las copiosas nevadas de estos días, sino que el contenido de todas las conversaciones giraba en torno al asunto del misterioso ataúd a los pies del monumento más famoso de la capital segoviana. Las llamadas a la policía local fueron incesantes y tuvieron que personarse en el lugar para comprobar lo que había pasado realmente.
Para satisfacción de todos los vecinos que no daban crédito a lo que estaban viendo con sus propios ojos.
Incluso corrieron bromas en las redes sociales sobre que había sido víctima una persona como consecuencia de las inclemencias del tiempo en estos días. Al menos pudieron constatar que el hecho no se debía a ninguna situación luctuosa. Sino que todo había sido fruto de un acto de irresponsabilidad por parte de los dueños del local de copas en donde se había celebrado la fiesta.